Los dos museos municipales de Vilassar de Mar, el Museo Monjo y el Museo de Marina, se unificarán en un solo proyecto museístico. Una solución que ha tomado la concejalía de Cultura del Ayuntamiento del municipio maresmenc, gobernada por CiU, con la voluntad de acabar con el actual bicefàlia, que considera ilógica para un pueblo de las dimensiones de Vilassar. "No tenía ningún sentido que mantuviéramos dos museos municipales, con dos direcciones y dos líneas de trabajo diferente" resume la regidora de Cultura, Laura Martínez. El proceso se enmarca en una reforma integral de la concejalía de Cultura para evitar esta y otras duplicidades que existían, según Martínez. Después de la jubilación del veterano director de Monjo, Paco Rodón, se ha abierto la veda para unificarlo con Marina. Aun así, se mantendrán las dos actuales suyos, integradas en un solo proyecto.
La actual directora del Museo de Marina, Luz Torrents, será la encargada de liderar el nuevo equipamiento unificado. Marina se mantendrá en su función actual, con las colecciones de historia, arqueología y etnología. Torrents explica que será objeto de algunas remodelaciones, y que principalmente se quiere "potenciar como centro de documentación histórica", así como el trabajo con las escuelas y su papel como difusor del patrimonio arquitectónico. El Museo, ubicado a la avenida Eduard Ferrés y Puig, presenta varias colecciones que explican el origen y la historia del municipio, muy ligada al mar. Se muestran las diferentes artes de pesca, instrumentos náuticos, tipos de navegación y códigos de señales al mar, entre otros. La oferta se complementa con una exposición de la necrópolis romana del municipio, procedente de la excavación de una sexagésima de tumbas encontradas en 1999.
El que sí será objeto de una profunda reestructuración será el Museo Monjo. La línea seguida hasta ahora por el equipamiento, marcada por Rodon, dará un giro de 180º. La voluntad de Torrents y de la concejalía de Cultura será potenciar la colección escultórica que el destacado artista vilassarenc Enric Monjo legó en la ciudad. "Es un artista basta importando cómo para trabajar en este sentido", destaca la directora. En esta línea, se organizarán muestras temporales que complementarán la exposición permanente. La escultura, por lo tanto, jugará un papel predominante en la nueva concepción de museo, con el objetivo de responder a una carencia que, según destaca Torrents, sufre Cataluña. "Hay muy pocos museos de escultura al país, pero en nuestro país tenemos escultores de primerísima línea", recuerda Torrents. Su voluntad es que las exposiciones se basen en autores de los Países Catalanes, así como trabajar en red con museos catalanes que contengan colecciones escultóricas de valor, como el MNAC de Barcelona o la fundación Apelas Fenosa del Vendrell. La segunda planta de Monjo, por otro lado, se dedicará a los artistas locales. "Creemos que tenemos que ser nosotros los primeros al acoger las obras de los creadores de Vilassar, servirlos como plataforma, y que no tengan que marchar a otro lugar a exponer", comenta la regidora Laura Martínez.
La casa de Carme Rovira
Uno de los puntos más ambiciosos del nuevo proyecto museístico es la adquisición de una tercera sede que se añadiría a la del Museo de Marina y la de Monjo. Se trata de la casa donde residía Carme Rovira, una destacada pintora que pasó su vida en París y que se inscribe en letras de oro en el movimiento naïf internacional. Rovira dio su fondo de obras en Vilassar, que de momento se expondrán a Monjo. El objetivo, pero, es que cuando se rehabilite casa suya, a las paredes del hogar que la vieron nacercuelguen sus creaciones. La regidora de Cultura apunta que actualmente el edificio está arrendado, pero que el contrato del inquilino se acaba en tres o cuatro años. Será entonces cuando el Ayuntamiento adquirirá la casa y la reformará porque pase a formar parte de la nueva red.
La cuarta pata del proyecto, sobre el mar
A Monjo, el Museo de Marina y la casa de Carme Rovira, se añade a este proyecto una cuarta pata, en este caso sustentada en el mar. Se trata del Sant Ramon, un laúd quillat que data del año 1904 y que se encuentra amarrado al puerto de Mataró. Se trata de uno de los barcos de vela latina más antiguos y más grandes deentre los que navegan por el Mediterráneo. Actualmente es copropiedad de la asociación y delAyuntamiento de Vilassar de Mar, y sirve como herramienta complementaría a la sección dedicada al mar del Museo de Marina. Luz Torrents explica que el barco cumple con dos funciones: "Nos permite mostrar como eran los barcos de transporte de hace un siglo y también como se navega con técnicas tradicionales". El barco también se integra, por lo tanto, al nuevo modelo de museo municipal de Vilassar de Mar.
Está previsto que de aqui a un par de meses se puedan condicionar los espacios en función del nuevo discurso museogràfic y museològic. Por este motivo, el Museo Monjo permanecerá cerrado durante todo este tiempo. En un principio se marcó el mes de marzo como fecha de reapertura de Monjo, así como del nuevo proyecto en su conjunto, pero Torrents prefiere ser más prudente porque todavía queda "mucho trabajo". Aún así, remarca que hay de haber "algo tangible" antes de la Fiesta Mayor de Vilassar, que se celebra por San Juan.

Fachada del Museo de Marina
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