Judith Vives

Activistas de Greenpeace se manifiestan ante los juzgados d’Arenys de Mar

En el interior del edificio se celebraba un juicio rápido por el robo del tronco que los ecologistas entregaron el pasado lunes a la Delegación de Gobierno de Cataluña.

El responsable de la campaña de bosques de Greenpeace, Miguel Àngel Soto, comparecía ayer por la tarde ante el juez de Arenys de Mar acusado del robo del tronco del árbol que la organización ecologista entregó, el lunes 2 de junio, a la Delegación de Gobierno en Cataluña. El tronco pertenecía a la emprendida Maderas Perarnau, de Canet de Mar, una empresa que según Greenpeace comercia con madera que proviene de Liberia, donde la industria forestal está vinculada al tráfic de armamento.

Mientras se celebraba el juicio, una veintena de activistas se manifestaba a las puertas de los Juzgados en contra de la tal·la ilegal de árboles. Dos jóvenes, disfrazados de árboles, custodiaban la entrada del edificio mientras el resto, vestidos con monos de trabajo y dorsales que los identificaban como “investigación del crimen forestal” colgaban pancartas reivindicativas donde se podía leer “stop al crimen de los bosques africanos” y “nos acusan de defender el medio ambiente”. La manifestación se acabó cerca de las nueve de la noche, cuando finalizó el juicio. El juez decretó el sobreseiment de la causa por falta de autor a condición de que Greenpeace volviera el tronco a la autoridad judicial.

El acto formaba parte de la campaña contra la tal·la ilegal de árboles que Greenpeace lleva a cabo desde hace unos días. La campaña, que empezó en Francia, pasó hace una semana por Barcelona –se hicieron acciones ante el ayuntamiento y la Delegación de Gobierno- y ahora continúa en Valencia. Auqestes son las dos comunidades autónomas que más madera ilegal importan de países como Liberia o el Congo.

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