El nombre de Andrés Iniesta está vinculado desde hace más de una década en Mataró. La capital del Maresme es la población natal de 'Anna Ortiz, la esposa del jugador del Fútbol Club Barcelona. Se conocen desde el año 2007, y se casaron el 2012. La pareja, que tiene dos hijas y un hijo, ha mantenido habitualmente un perfil bastante bajo en sus apariciones públicas. No obstante, la prensa del corazón no se ha cansado de seguir su vida en común: sin ir más lejos su boda ahora hace cinco años, al castillo de Tamarit, hizo correr ríos de tinta. Cómo es habitual, Instagram y otras redes sociales son un escaparate muy habitual de su vida en común.
Ortiz, que se formó y ejercer como peluquera, trabaja actualmente en una firma de decoración de interiores, Cotton Te Bois, situada en Sant Cugat del Vallès, según informa la revista Hola. Iniesta, uno de los mejores jugadores españoles de todos los tiempos, sigue haciendo historia con el Barça y la selección española, pero más allá de ejercer como genial centrocampista, ya hace años que se mueve en el ámbito empresarial, especialmente en el mundo vitivinícola pero también en otros sectores. Una actividad que ahora le permitirá estrenyer más sus vínculos con Mataró: a través de su empresa familiar, Maresyterey, se convertirá en promotor urbanístico al frente marítimo de la capital del Maresme.
El objetivo de la empresa del futbolista del Barça es construir pisos y oficinas al solar de la antigua Iveco-Pegaso
Maresyterey, empresa que se dedica a sectores varios como por ejemplo la gestión de los derechos de imagen del futbolista o a la explotación de terrenos y solares, se ha comprometido a adquirir los terrenos de la antigua fábrica de Iveco-Pegaso, entre el TecnoCampus y la estación de Cercanías, sólo separados del paseo Marítimo por las vías de tren. La firma de Iniesta ha llegado a un acuerdo de compra-venta con Puerta Laietana, la sociedad mixta integrada al 50% por la empresa municipal PUMSA, propietaria hasta ahora del sector. El objetivo de Maresyterey es construir pisos y oficinas, ahora que la revivida de la construcción y el mercado inmobiliario ha hecho del frente marítimo de Mataró un espacio bien goloso para promotores.
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