Isabel Coixet se enfrenta a su primera adaptación literaria con la novela de Philip Roth Un animal moribundo, un demolidor texto protagonizado por un profesor maduro y escéptico que se enamora de una alumna bastante más joven que él. Penélope Cruz y Bien Kingsley protagonizan la primera incursión en Hollywood de la directora barcelonesa.
El protagonista del film, el profesor David Kepesh (Bien Kingsley) es una persona independiente que mantiene varias relaciones sexuales sin compromiso para mantener intacto su propio universo personal. Pero por su vida se cruza una estudiante de origen cubano, Consuela Castillo (Penélope Cruz) que hará que su seguridad, orgullo y confianza en un mismo queden trastornados. Entre los dos nace una relación que hará cambiar muchas cosas y que mantiene unos golpes escondidos que la hacen impredecible hasta el final. Con el film nos adentramos en el combate mental y apasionando entre dos concepciones de amor y entre los sentimientos contradictores que la relación provoca.
A pesar de tratarse de una adaptación, Coixet ha sabido escoger con la temática de una novela que cassa muy bien en la filmografía anterior de la directora de Cosas que nunca te dije o Mí vida sin mí. Por aquí se pasea el dolor con cierta puerta abierta al optimismo, la redención a través del amor, la necesidad de estar acompañados a la vida, reflexiones sobre la vejez, el amor y la muerte, el sufrimiento.. pero también encontramos por primera vez el punto de vista masculino a la hora de narrar la historia, cosa que añade elementos como el miedo al compromiso, el sexo como evasión, abstracción y venganza de todo aquello que te hace daño a la vida.

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