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Xavier Amat

Anna Roig corre más que la lluvia

A pesar del cambio de ubicación y el tiempo, el Monumental presenta una buena entrada para escuchar la cantante de Santo Sadurní

Más de uno vio, media hora antes del inicio del espectáculo, como Anna Roig y los músicos del Ombre de ton chien corrían sin paraguas desde el restaurante donde habían ido a hacer un bocado hasta el teatro Monumental, uno de los componentes incluso descalzo y con los zapatos a la mano. Talmente como si estuvieran grabando el vídeoclip de uno de los éxitos de su primer disco, la canción Corro bajo la lluvia. Y es que un rato antes de las 10 de la noche la caída de agua sobre la ciudad era considerable, pero aún así – y la poca información dada por parte del Ayuntamiento sobre el cambio de ubicación del recital, inicialmente previsto al patio de Can Marchal – la platea del teatro Monumental se llenó para escuchar una de las sensaciones musicales de los últimos tiempos.

Tener que hacer el concierto al Monumental seguramente hizo perder parte del encanto del entorno, pero se ganó en atención por parte de los espectadores – todas las canciones seguidas con un silencio que difícilmente se consigue en el patio – y sobre todo en calidad de sonido y de escenografía. Fue un concierto preciosista, cuidado al por menor, y en el qué Roig y El ombre de ton chien presentaron su segundo disco, Bigote rojo, pero también interpretaron un buen puñado de temas del primero, y todavíahubo tiempo para alguna versión de Jacques Brel. Cómo siempre, alternando piezas en catalán y en francés y con esta mezcla de chanson , pop y jazz que los hace singulares y de la mano de unos músicos excelentes. El segundo disco contiene auténticas perlas, como Ladre de corazones, ladrón de versos, El último beso o Caputxeta Roig, con una letra en que la cantante se intenta definir.

Nofaltaron, al último tramo del espectáculo, la visita de Trini Sánchez Mata, una asesina en serie que, a pesar de su historial y como ya le pasaba al barbero Sweeney Todd, arranca la complicidad de los espectadores, su éxito más importante, Je te aime, y, como no podía ser de otra manera, Corro bajo la lluvia, más indicada que nunca. Espectáculo fresco y al mismo tiempo estudiado, con interacciones con la platea desde una timidez buscada, y, sobre todo, buena música para una noche que para más de un "santero" fue un jarrón de agua fría al suspenderse casi todos los actos de la Fiesta Mayor, pero al menos en algún caso, como en el concierto de Anna Roig y El ombre de ton chien, se consiguió corre más que la lluvia y salvar los muebles de la mullena. 

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