El año nuevo empieza con la aplicación de una de las leyes que ha traído más cola en los últimos tiempos, la Ley reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos de tabaco. A partir del 1 de enero, estará prohibido fumar a los puestos de trabajo (excepto los espacios al aire libre) y no se podrán habilitar salas para fumadores. Tampoco se podrá encender un pitillo en aquellos bares y restaurantes de más de 100 metros cuadrados que no dispongan de una zona especial para fumadores; en los de menos de 100 metros cuadrados, sus propietarios serán quienes decidirán siestá permitido o no fumar. A pesar de que inicialmente se había anunciado que en los restaurantes que permitan fumar los menores de 16 años no podrán entrar al establecimiento, el Ministerio de Sanidad y Consumo ha hecho pública una nota esta misma semana en la que se asegura que los menorespodrán entrar en iguales condiciones que hasta ahora. Para los quienes no cumplan la normativa, se prevé un régimen sancionador mucho llevar, con multas de entre 300 y 600.000 euros dependiente de si las faltes sueño leves, graves o muy graves. Así pues, esta nueva legislación comportará un importante cambio de hábitos tanto en colectivo de fumadores, que en España supera el 30% de la población.
En Mataró, las empresas, los bares y restaurantes y los locales nocturnos se han preparado para la entrada en vigor de la ley. El ayuntamiento, la empresa más importante de la ciudad en número de trabajadores, ya ha informado a su plantilla de las medidas que se han tomado. Se colocarán señales de prohibido fumar a la entrada de todos los centros y edificios municipales (sobre todo en aquellas zonas donde hasta ahora se acostumbraba a fumar) y se retirarán todos los ceniceros tanto del interior como de la entrada de estos edificios, para evitar que la puerta de entrada sea considerado el espacio exterior donde ir a fumar. También se han previsto sesiones informativas de sensibilización y apoyo para los fumadores interesados al dejar el tabaco.
Otra firma importante de la ciudad, Paul Hartmann, productora de pegatinas sanitarias, también ha empezado a trabajar para aplicar la ley. No se podrá fumar en todo el recinto, ni siquiera a la cafetería, el lugar donde hasta ahora se acostumbraba a hacerlo. Durante la jornada laboral, los trabajadores no tendrán manera de poder encender un pitillo, puesto que no pueden salir a la calle (debido a los productos que fabrican, traen un uniforme especial que no puede entrar en contacto con el exterior). Ante este hecho, Paul Hartmann ha preparado un programa, en colaboración con la mutua de la empresa, para ayudar a sus trabajadores fumadores a dejar el hábito.
Hacer de policías
La nueva ley incide especialmente en el gremio del hosteleria. El propietario del restaurante Can Lluís de Mataró, Lluis Salart, ha optado para dedicar un de sus dos comedores a los fumadores y dejar el otro libre de humo. Los fines de semana, pero, no se podrá fumar en todo el restaurante. Si no las cosas se complicarían demasiado, con listas de espera separadas, explica en Lluis, quien cree que esta ley es demasiado dura y que de aquí a seis meses, cuando pase el boom', poca gente la cumplirá. A su parecer, el peor de esta nueva legislación es que a los restauradors nos hagan hacer de policías, que tengan que velar porque los clientes no fumen a sus locales.
Al restaurante Cae Grillat ya no sepodrá fumar nunca más. Al ocupar una superficie de tan sólo 60 metros cuadrados, pertenece a la categoría de establecimientos que pueden escoger si prohibir fumar o no. Su propietario, Oriol Icardo, ha optado por la primera posibilidad, cosa que le irá bien a mi salud, según dice. Aún así, lamenta que nos hagan elegir a nosotros el que tenemos que hacer, habría preferido que lo dijera la ley y punto. Por último, los gestores de uno de los locales más concurridos de la noche mataronina, la sala Clap, todavía están pensando como se lo harán para habilitar una zona de fumadores. El hecho de que dispongan de dos salas podría ser la solución, aunque también piensan al habilitar la terraza del recinto para fumadores (a pesar de que lo tendrían que acondicionar para los meses más fríos). En todo caso, todavía tienen tiempo, puesto que la ley prevé un periodo de de ocho meses porque este tipo de establecimientos adecúen sus espacios.
-
La patronal cree discriminatorio el descanso para fumar
La patronal catalana Cecot ha aconsejado a las empresas que no habiliten tiempos de descanso recuperable para los fumadores si esta medida no se aplica a los no-fumadores, puesto que se puede interpretar como una discriminación en las relaciones laborales. Ante la puesta en marcha de la nueva ley de prevención del tabaquismo, la Cecot ha criticado, mediante un comunicado, que la prohibición de fumar a las empresas ocasionará unos gastos inminentes para las compañías. Estos gastos se manifestarán en una posible pérdida de horas que se destinarán a fumar fuera del lugar de trabajo. Según la Cecot, el Ministerio de Sanidad no ha tenido en consideración, al redactar la ley, qué impacto real tendrá dentro de las empresas.
Comentarios