El proyecto Re-Natura Mataró ha sido una de las grandes apuestas ambientales de la ciudad este año, con el objetivo de adaptar el espacio urbano al cambio climático y mejorar la calidad de vida. El inicio de las obras de renaturalización del Parc Central y de las dos rieras. Por orden, primero la Riera de Sant Simó y después la Riera d’Argentona marcan un punto de inflexión en esta estrategia, que combina biodiversidad, uso social y gestión sostenible del agua.
En el Parc Central, tanto en el sector viejo como en el nuevo, se plantan cerca de doscientos árboles y miles de arbustivas y herbáceas, se generarán hasta 10.000 metros cuadrados de sombra y se implantarán sistemas de drenaje sostenible para reducir el calor y favorecer la infiltración del agua. En las rieras, el proyecto convertirá el espacio en un corredor verde, con un camino más amable para peatones y bicicletas y la creación de huertos urbanos comunitarios.. También se ha trabajado en el Parc de la Pollancreda, que recuperará los árboles.
Estas actuaciones forman parte de un proyecto integral de seis millones de euros, con apoyo de fondos europeos, que también incluye la renaturalización de rieras, la transformación de patios escolares en refugios climáticos e intervenciones en parques y plazas, que deben hacer toda la ciudad más verde.
HA SIDO NOTICIA:
La guinda del pastel de la zona de Sant Simó
La riera de Sant Simó está cambiando por completo: del antiguo mar de cañas a una nueva zona verde. Esta metamorfosis se completará el próximo año dotando el nuevo corredor verde de una nueva pasarela, que será la guinda de la zona para el uso de peatones. Hablamos de la construcción de una nueva pasarela peatonal sobre la riera de Sant Simó, largamente reivindicada, que facilitará el acceso seguro al polígono, especialmente teniendo en cuenta su intensa actividad actual, no solo industrial, y cómo esta se incrementará con nuevos equipamientos clave en la zona. La actuación supondrá una inversión de 1 millón de euros y está previsto que la pasarela esté terminada hacia 2027.
Más sombra, la clave para no perder bienestar
275.000 euros para proveer de sombra los patios de escuela. Se trata de una actuación que responde a una necesidad cada vez más urgente: garantizar zonas protegidas del sol en los entornos escolares ante el incremento de las temperaturas y las olas de calor que comporta el cambio climático. El programa se va adaptando a los espacios existentes y que, a la vez, puedan complementarse en el futuro con el plan Re-Natura Mataró, actualmente en fase de proyecto de ejecución. El objetivo es transformar progresivamente los espacios escolares para que sean más verdes, resilientes y adaptados a las nuevas realidades climáticas. Todos queremos que los niños dispongan de espacios seguros y saludables para jugar y socializar al aire libre.
La Zona de Bajas Emisiones ya está en vigor
Mataró ya tiene activa su Zona de Bajas Emisiones (ZBE), un paso necesario para cumplir la normativa europea que obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a limitar la circulación de los vehículos más contaminantes. La primera fase se centra en el núcleo histórico, donde los coches sin distintivo ambiental no podrán acceder de lunes a viernes, de 7 a 20 h. La Fase I se aplica a la isla peatonal del centro, delimitada por las murallas y las principales calles del núcleo antiguo. Según el Ayuntamiento, la ZBE busca reducir la contaminación y el ruido, proteger la salud y alinear Mataró con las ciudades europeas que ya han implantado medidas similares. La aplicación es progresiva y se irá ampliando.
EL SEMÁFORO:
Rojo: el proyecto referente por una subvención
El Parc Circular Mataró-Maresme está concebido como un centro de recursos de economía circular pionero en Europa, con una inversión total estimada de 40 millones de euros y el objetivo de generar 600 puestos de trabajo, muchos de ellos vinculados a la inclusión social. Suena muy bien, pero los cuatro años de retraso, fruto de los hallazgos arqueológicos en el solar de Ca la Madrona donde se está edificando, han supuesto un contratiempo importante, especialmente a nivel económico. En concreto, por la pérdida de 6 millones de euros en subvenciones europeas Next Generation, a las que los promotores han tenido que renunciar por el retraso de las obras de la parte industrial.
Ámbar: las mallas de las rieras
¿Recordáis la famosa ‘prueba del algodón’ para evaluar la limpieza de algo? Pues en Mataró este año hemos estrenado en la riera de Sant Simó un dispositivo de mallas que sirven para comprobar —para hacer la prueba de la reja— lo sucios que seguimos siendo. Este sistema, estrenado este otoño, forma parte de la instalación impulsada por la compañía municipal para evitar que los residuos acaben en la riera y, finalmente, en el mar. Las mallas, situadas a la salida del colector pluvial del Desviament, pueden capturar hasta dos toneladas de basura, y se cambian periódicamente para garantizar una gestión adecuada de los materiales recogidos, que se trasladan a un centro de tratamiento de residuos.
La guerrilla más inesperada del bosque
El Ayuntamiento de Mataró optó por una solución más respetuosa con el medio ambiente para mantener limpias las franjas de protección contra incendios de las urbanizaciones. Un rebaño de cabras, gestionado por la empresa Badacabres SL, empezó a pastar en zonas como la Cornisa, Can Marquès o Can Quirze, evitando así la limpieza mecánica que se realizaba hasta entonces y que comportaba ruido y la degradación del suelo. Esta iniciativa se enmarca en un proyecto más grande financiado por la Unión Europea para mitigar el riesgo de incendios, especialmente en un contexto de sequía.
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