Ninguna sorpresa en el Pleno extraordinario celebrado ayer jueves. Las ordenanzas fiscales, tasas y precios públicos de 2014 quedaron aprobadas definitivamente, con el apoyo anunciado del PSC y el PP, además de la abstención de ICV-EUiA y el voto finalmente contrario de la CUP y de PxC. El pacto entre CiU y los socialistas, firmado lunes, y el voto favorable anunciado por parte de los populares, convirtieron el Pleno en un trámite.
El texto definitivo de las Ordenanzas Fiscales, detallado por el regidor Ramon Reixach al pleno, incorpora alegaciones de los socialistas, como por ejemplo el mantenimiento del precio de la tarifa del billete sencillo de Mataró Buzo; un aumento de las bonificaciones por el uso de las desecherías, tanto para los ciudadanos como para los industriales y pequeños comercios; y ayudas para ceder pisos vacíos al alquiler social. El gobierno también ha aceptado varias enmiendas del PP que han garantizado su apoyo al texto final. Entre ellas, una tasa de expedición de los certificados de arraigo, o eximir del impuesto de circulación a los nuevos autónomos que compren un vehículo para el trabajo. Otra novedad es el aumento de la tasa de ocupación de la vía pública por parte de los cajeros automáticos de bancos y de cajas.
Con todo ello, tal y como ya se hizo público en la aprobación inicial del mes de octubre pasado, las ordenanzas de 2014 congelan todas las tasas y precios públicos, así como la tarifa del agua. Sólo suben la de los cementerios o la de los taxis, porque están vinculadas al contrato con una empresa externa, y la del IBI, previamente pactada. Además, se aplicarán varias bonificaciones para el pago del IBI y la tasa de basura domiciliaria por razones sociales. Una familia tipo mataronina pagará unos 645 euros durante el 2014.
Por parte del PSC, la regidora Montse López destacó que compartían "los pilares básicos" de la propuesta de ordenanzas, sobre todo por la congelación de los tributos. El PP destacó que estas son las ordenanzas que "recibirán un apoyo más amplio", en palabras de Jose Manuel López, a pesar de que el regidor destacó que "habrían sacado más rédito" oponiéndose, fruto del contexto general de enfrentamiento que viven hoy CiU y PP en nivel general.
ICV lamentó que la congelación fiscal "favorece a quien más tiene", y reclamaron una mayor equidad a través de la progresividad fiscal y la tarifación social. "El gobierno dice que está dispuesto a hablar con todo el mundo, pero cuando consigue los votos suficientes, deja de banda el resto de grupos", dijo Esteve Martínez. Finalmente, la CUP votó en contra lamentando que se hayan rechazado las 41 alegaciones que han presentado. Criticaron especialmente que propuestas similares presentadas por otros grupos sí se hubieran estimado. El regidor Xavier Safont-Elige pidió que en las bonificaciones y subvenciones no se tuviera tan sólo en cuenta a los parados, sino a aquellas familias que "trabajan y que a pesar de todo viven en el umbral de la pobreza".

El regidor Ramon Reixach al Pleno, en una imagen de archivo
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