Crema de la Bonóta, una de las actividades afectadas
Crema de la Bonóta, una de las actividades afectadas

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Arenys de Mar celebra la tradicional Crema de la Bóta

La plaza de la Iglesia será el escenario de la crema de la bóta y la encendida de los fuegos artificiales al campanario que recuerdan que hace más de cuatro siglos que la iglesia de Santa Maria de Arenys fue consagrada

Arenys de Mar celebra cada 29 de junio la Crema de la Bóta, un acto festivo que prácticamente enlaza la verbena de santo Joan con la fiesta mayor de santo Zenon. Como cada año por santo Pere, en la vigilia de santo Marçal, la plaza de la Iglesia será el escenario de la crema de la bóta y la encendida de los fuegos artificiales al campanario que recuerdan que hace más de cuatro siglos que la iglesia de Santa Maria de Arenys fue consagrada. Durante todo el día podéis acercaros hasta la plaza para dejar vuestras palmes y palmons, que veréis quemar a partir de las 10 de la noche.

Viernes 29, a las 22h en la plaza de la Iglesia de Arenys de Mar

La tradición de la Crema de la Bóta

El domingo 28 de julio de 1686, el templo y el altar de la Parroquia de Santa Maria de Arenys de Mar fueron consagrados por el obispo hijo de la villa Antoni Pascual y Leve. Según nos explican las crónicas de la época, la ceremonia empezó a las séis de la mañana y se alargó hasta pasado el mediodía. Para recordar esta fiesta de dedicación del templo, el prelado dispuso que se celebrara cada treinta de junio.

Como mínimo desde comienzos del siglo XVIII, el día de Sant Pere (29 de junio, vigilia pues de la festividad de la consagración) se enramaba con retama la fachada de la iglesia y el cementerio (la actual plazoleta), y se circundaban con coronas de laurel las cruces rojas quehabía a los pilares de la nave, y que estaban símbolo de la mencionada consagración.

Al atardecer, después de las completas, se hacían quemar cuatro festeros (graellats de hierro) quehabía arriba del campanario, y se ponían los ventanales y repises del campanario paperines de colores denominadas por los aldeanos llumenetes. Al mismo tiempo se quemaba, en medio de la riera, una bóta enquitranada, ofrenda durante muchos años de los pescadores.

A finales del siglo XIX se añadió iluminación de gas a la fachada, que se encendía por Sant Pere y por todas las fiestas importantes de Arenys. Esta tradición, con algunos cambios, se ha mantenido hasta nuestros días. El más relevante de los últimos años ha sido que desde el 1959 acompaña a la crema de la bóta un espectáculo de fuegos artificiales, el cual es ya parte indisociable de la celebración.

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