Las Escuelas Pías Santas Anna de Mataró ha puesto en marcha este curso una nueva metodología de enseñanza en la etapa del Bachillerato: el Aulamatèria. Se trata de una iniciativa pionera a la ciudad que cambia la concepción tradicional de las clases. Como su nombre indica, el Aulamatèria consiste al organizar las aulas por materias: dos aulas de historia, dos de matemáticas, una de historia del arte, y así sucesivamente con todas las asignaturas.
Con este sistema, son los alumnos los que tienen que desplazarse de una aula a otra siguiendo su horario lectivo. Esto permite que el profesor diseñe el aula en función de la metodología de trabajo que quiere aplicar, explica la cabeza de Estudios de Bachillerato, Jaume Font. Y es que el aspecto de las clases ha variado mucho, porque cada aula está equipada para trabajar los contenidos de la materia. Los vídeos, los pósters, los libros o la conexión en Internet son algunos del recursos que se han puesto al alcance de los estudiantes y que crean un ambiente característico a cada aula.
Aún así, el cambio más significativo es el papel que ahora juega el profesor en clase. En este sentido, las tradicionales clases magistrales han dejado lugar a un nuevo modelo en el que el alumno es el protagonista. Ahora la mayor parte de las clases no son expositivas por parte del profesor, sino que este plantea los objetivos y los supervisa, y son los estudiantes los que tienen que trabajar el tema. Según explica el profesor de filosofía, Sergi Castillo, La idea es que la voz al aula no sea la del profesor, sino la de los estudiantes. En sus lecciones, Castillo organiza la clase en equipos de trabajo que a partir de los libros y materiales del aula y de los apuntes de Internet aprenden el tema. Es una manera de trabajar la autonomía de los estudiantes y nos acerca más al modelo universitario, afirma Font.
El descubrimiento del Aulamatèria
Según explica Jaume fuente, la idea es que los alumnos aprendan a trabajar de forma autónoma y que se ayuden entre ellos, en definitiva, que los alumnos aprendan más y mejor. Por eso, algunos responsables de la etapa viajaron a Euskadi el febrero del año pasado para estudiar la metodología de la Aulamatèria que funcionaba desde hacía tiempo en la escuela Arizmendi Ikastola a Eskoriatza, Guipúzcua. Finalmente se optó para adoptar el modelo vasco al bachillerato y si los resultados son positivos, el Aulamatèria se podría ampliar a la etapa de la ESO en los próximos años.
La voz de los alumnos
El cambio no ha dejado indiferente los estudiantes de la escuela, que también valoran los pros y los contras de este nuevo sistema. El estudiante de segundo del bachillerato científico, Jordi Simón, valora positivamente la iniciativa: Cómo que vamos cambiando de clase y hacemos actividades diferentes, se hace más distraído y el tiempo también pasa más rápido. Uno de los inconvenientes en el que coinciden varios estudiantes es que en los cambios de clase, los quatra-cents cincuenta alumnos de la etapa se acumulan al pasillo: Me parece muy bien el sistema pero es incómodo cuando nos juntamos todos a la hora en el mismo pasillo, dice Clàudia Ciscar, que este curso ha empezado primero del bachillerato científico.
Comentarios