El alcalde, Joan Antoni Baron, salió al paso de las críticas de la oposición verso el regidor de Urbanismo, Ramon Bassas, por el asunto del manifiesto vecinal, lo tema estrella del Pleno de ayer jueves. Ante el alud de preguntas de CiU, PP y CUP, Baron tomó la palabra hasta cuatro ocasiones para defender la actuación de Bassas –mientras el regidor hacía de espectador- y negar ninguna irregularidad en la entrada a registro del manifiesto, sin firmar, en qué seis presidentes de asociaciones vecinales apoyaban al traslado de Can Fàbregas. "Nadie ha aportado pruebas del contrario", aseguró el alcalde, que basó su intervención en el informe del secretario del Ayuntamiento, que validaba la acción de Bassas. "El informe es concluyente: no hay irregularidades administrativas", reafirmó.
Ek ninguno del grupo municipal de CiU, Joan Mora, abrió el turno de palabra pidiendo, tal y cómo había anunciado días antes, que se abriera una "comisión extraordinaria urgente para dirimir responsabilidades" en esta cuestión. Entre los tres partidos de la oposición, CiU fue la que mostró más dudas sobre la carencia de irregularidades que defiende el gobierno. Mora preguntó si se ha comprobado la "veracidad" del apoyo de los vecinos al manifiesto, y creyó conveniente que se abre un expediente informativo al funcionario que registró el documento. "CiU mantiene que las cosas no están claras", añadió Mora. El líder de la formación, además, citó varios fragmentos la entrevista publicada ayer jueves a capgros.com al presidente de la
Desde el PP admitieron que la entrada a registro del manifiesto no fue ilegal, pero apuntaron que la situación es grave "a nivel político y ético", según declaró su portavoz, Paulí Mojedano. "El tema tiene que ver con cuáles son los límites del poder, servir a los ciudadanos o usarlo de manera interesada", añadió. Mojedano disparó con bala contra los dos socios minoritarios de gobierno: en su primera intervención los definió de "poco valientes" al no posicionarse de manera crítica con este asunto. "Os habéis tragado ranas hasta extremos inauditos", los va espetar. E insistió sobre el tema después de la primera respuesta de Baron. "(Durante la intervención del alcalde) He visto caras de vergüenza entre los regidores del gobierno, sobre todo entre los socios, vergüenza por haberse tragado esta forma de hacer las cosas". Por Mojedano, todo ello se define como un "uso ilegítimo del poder" por parte del gobierno municipal.
La supuesta carencia de responsabilidad política y ética del gobierno municipal también fue el centro del discurso de la
Aportar pruebas
Baron no se cansó de defender que todo el procedimiento para registrar el documento había sido el correcto. Por este motivo, consideró innecesario abrir una comisión de investigación, como pedía CiU. "Lo haría sihubiera indicios de irregularidad, pero no los veo. Creo que las cosas han quedado claras y transparentes", reiteró. El alcalde incitó la oposición a ser capaces de demostrar "la relación de Bassas y los seis presidentes vecinales a la hora de parir mentalmente el documento". "Bastante me guardaré yo de establecer posibles relaciones entre ustedes (la oposición) y alguna plataforma o entidades vecinales que han venido al Pleno a cantar la caña en el gobierno", añadió el alcalde con un cierto tono enojado. En referencia a la
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