El movimiento de recuperación de la cultura catalana en nuestra sociedad, no fue sólo una tarea ingente y forzosamente silenciosa durante el franquismo, debido a los tiempos que se vivían, sino que la expansión de clases de lengua catalana tomó un carácter primordial por los implicados en aquella lucha. Habían asumido que la educación de un pueblo tenía que tener hacer fundamento saber y hablar la lengua y poder disponer de medios escritos para mantenerla y perfeccionarla. Y otras muchas cosas, pero la cuestión lingüística era primordial para ellos. Cómo lo tiene que ser para nosotros.
El mismo año que se creó Òmnium Cultural, 1961, sale flamante de la imprenta el primer número de una revista con el fin de estimular la lectura, dirigida a chicos y chicas de 9 a 15 años. Su nombre era Caballo Fuerte. Aquí hay que tener un recuerdo especial para su primer director, Josep Tremoleda y también para dos obispos de la época que bajo el epígrafe de Secretariado Catequístic dieron amparo a la publicación. Este prelados fueron los obispos de Vic, Dr. Ramon Masnou y el de Girona, Dr. Josep Cartañà.
Todo el mundo reconoció que la nueva revista infantil, que emulaba En Patufet de antes de la guerra civil, fue un estallido de modernidad por su contenido y su forma. Introdujo en nuestro país los cómicos franco-belgas, en la forma llamada línea clara, los autores de los cuales eran Hergé, Franquin y nuestro Josep M. Madorell inolvidable discípulo suyo y presente en las páginas de Caballo Fuerte desde el primer número.
Si bien para las familias constituyó un aire fresco y para los niños y adolescente uno esperado y cualificado entretenimiento, la aparición de aquel quincenal, que alentaba aires renovados era esperado también con ganas para las escuelas puesto que aconteció un pozo de capital inagotable de recursos didácticos en su totalidad.
Sus textos acercaban los alumnos al conocimiento del país. Siempre presentó una imagen completa, dinámica y actual de Cataluña y de los Países Catalanes, nada carrinclona ni enyoradissa otros temps.com lo hace actualmente,
Caballo Fuerte fue como una enciclopedia en fascículos del imaginario cultural catalán, y continúa siéndolo, sortosament. Todo aquello que nos configura como pueblo y nación nunca ha sido ausente. Pero, está claro, adaptando las formas y los contenidos generales a cada época de su prolongada vida, cincuenta años, que ya cuentan con más de mil números. Y esto sin ninguna renuncia, sin un gotim de duda en la línea propuesta de buen començ.
A caballo Fuerte han colaborado grandes nombres de la literatura catalana Salvador Espriu, Josep Carnero, Montserrat Roig, Tísner y dibujantes de gran renombre como Llucià Navaro, Pilarín Bayés, Carme Solé, Fina Rifà ... y también en ciertas ocasiones grandes firmas de la pintura, Joan Miró, Ràfols- Casamada, Tàpies . . O pedagogos como Carpintero Rabés, Marta Mata, Joan Triadú . . ..
Si el primer impulso para hacerla una realidad fue obra colectiva de un grupo de catalanes conscientes encabezados por Tremoleda, primero al asumir la dirección, desde 1979 han continuado la misma línea cualificada de la publicación los directores posteriores Albert Jané y Mercè Canela, que han contado con un equipo de colaboradores entusiastas.
No puedo dejar de recordar la tarea de ordenación temática de los artículos de la revista en cuestión que la maestra Núria Villano elaboró con paciencia y amor para uso de los maestros y de las escuelas. Después, en 1980, fue publicada con el nombre Índice de Caballo Fuerte a cargo de la Ediciones El Mazo- Grupo Promotor. Hacía 19 años que salía, nuestra revista. Ahora quehace cincuenta, sería bueno que alguien continuara aquella genial idea de recopilación temática. La escuela, los padres e incluso la sociedad en conjunto lo agradecerían .
Caballo Fuerte, formación distraída, lectura agradable
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