Estados Unidos fue el lugar de destino de la mataronina Paula Muñoz ahora hace 6 meses. Esta joven, que ahora tiene 23 años, cursó el grado en Filología Hispánica en Barcelona y al acabar decidió tomarse un curso como sabático, puesto que todavía no tenía claro qué máster estudiar. Actualmente vive a Reston, en el estado de Virginia, donde llegó el mes de agosto del año pasado. Allá está como Ave pair en casa de una familia cuidando de tres niños pequeños de 13, 11 y 9 años. De forma paralela, Paula también da clases de español como lengua extranjera en una escuela de la zona. A pesar de las diferencias que hay en un país como Estados Unidos y el proceso de adaptación inicial, la mataronina ahora sabe que tomó la decisión correcta: "Esta experiencia me está sirviendo para renovar fuerzas y coger de nuevas."
Cómo definirías la experiencia después de este tiempo?
Necesaria. Ahora que ya traigo 6 meses fuera de mi zona confort, medoy cuenta que fue la mejor decisión que podía tomar. Los primeros dos meses me sentía en adaptación constante, pero a partir de acá todo fluye con naturalidad. Cuando vuelva a casa tocará adaptarse de nuevo!
Qué te ha sorprendido de tu nuevo país de acogida?
Encontrar natura allá donde voy. Diría que todas las ave pairs que conozco coincidimos en el hecho de vivir en bosques, a veces de manera más literal que otros, pero siempre rodeadas de verde, con ciervos y ardillas paseando justo ante casa. A pesar de ser las grandes ciudades y los Parques Nacionales aquello que más se conoce de EE.UU., aquí a Virginia hay todo de lagos y ríos a tocar. Por fin me he enamorado del otoño!
Qué diferencias o contrastes has notado en el país?
El occidentalitat americana. Tuve la gran suerte de llegar en plena campaña electoral y de conocer a votantes republicanos y demócratas. No sólo se me ha hecho menos difícil comprender los resultados, sino que cada día conozco mejor la complejidad y pluralidad de este país. Además de esto, no creo que el sueño americano esté hecho para mí, puesto que lograrlo implica aspirar a un nivel de vida bastante alto.
Alguna anécdota?
La conducción aquí es bastante sencilla y me hace un poco de respeto la idea de tener que volver a aprender a conducir un golpe vuelva a casa. Aquí los semáforos rojos se saltan cuando quieres girar a la derecha, así que tendré que olvidar este nuevo hábito luego que aterrice.
Qué echas de menos?
Echo de menos pasear por la Riera, llegar a mar y dejar pasar las horas desde el espigón. También me resisto a acostumbrarme a la dependencia hacia el coche para hacer cualquier cosa, como ir a comprar leche. Si bien existe el transporte público, de momento este no es un país pensado para potenciarlo. Washington DC es tan cerca como Barcelona de Mataró, pero a veces desplazarse es toda una odisea.
Te informes y estás conectada en Mataró?
No sólo me siento desconectada de la actualidad en Mataró, sino en general. Voy conociendo todo aquello que encuentro en las redes sociales, pero no dedico tiempos a ir más allá. Los medios de aquí suelen cubrir sólo la actualidad de los Estados Unidos, así que los padres y los amigos me ponen al día del resto cuando hablamos. Agradecí mucho que me trajeran el último Renacuajo de diciembre cuando vinieron a verme en enero!
Piensas volver pronto?
A pesar de tener opción de estarme un año más, sea con la misma familia de acogida o con otra, cuento con volver a Mataró. Esta experiencia me está sirviendo para renovar fuerzas y coger de nuevas para seguir haciendo mi camino un golpe esté en casa. También me está haciendo ver que no hay nada como vivir una buena temporada fuera para enriquecerte en todos los sentidos, pero Mataró me tiene el corazón robado.
Comentarios