Pere Pascual

Can Arenas

La pasada semana fue presentada a la prensa y a un reducido número de artistas (reducido no por carencia de interés y sí por carencia de comunicación/invitación) el nuevo edificio de Can Arenas o dedo oficialmente el CAGAC (Centro de Arte Germanos Arenas y Clavel), un nombre que casi lo dice todo.

La mirada en el centro nuevo nato es muy positiva. El trabajo llevado a cabo por los que han dirigido este rehacer del viejo casalot de la calle Argentona ha sido excel•lento, todo y las grandes servidumbres a las que han sido sometidos .El nuevo edificio mantiene el espíritu del habitáculo anterior, pero con cuidadosa adecuación a su nueva finalidad, con unas nuevas plantas superiores resueltas de manera muy conseguida.

Pero si el continente merece todo tipo de felicitaciones, el contenido en cambio genera muchas dudas e interrogantes, especialmente en el que corresponde a la dotación inicial del mismo, la integración del Fondo de Arte local que se está gestando, y muy especialmente, quien y de qué manera dirigirá la dinámica expositiva y de actividades que tienen que marcar el futuro del Centro.

Silenciada la opinión de los artistas, inexistentes para los promotores, ocupado el PMC con Can Xalant y el obsesivo objetivo del arte contemporáneo, el Museo ha estructurado un plan de usos (de abusos según opinión mayoritaria de los artistas quehan tenido conocimiento), fundamentado únicamente en su interés particular, no aprovechando can Arenas, y si aprovechándose de ella, como muy bien lo definía el artista Albert Alís.

Sólo así se entiende que la casa “dejada a los artistas mataronins”, como indicaba el marmesor y abogado Santi Martinez en el momento de la presentación y al hacer referencia a las intenciones testamentàries de Jordi Arenas, esté ocupada en un 80% aproximadamente más almacén por el Fondo que el Museo aporta, desempallegant-se así de los trastos que no quería y mantenía amontonadas en las buhardillas de Can Serra.

La pregunta aparece rápida: Este fondo, es bueno o malo? La respuesta reflexiva es inmediata: debe de ser malo, puesto que sino es difícil entender que una institución sea capaz de hurtar, durante más de veinte años, estos pequeños tesoros a la mirada de los ciudadanos, sin que hayan sido cesados los responsables de tal entuerto. Y si es doliendo no merece un porcentaje de espacio tan dominante, que deja tan sólo por las exposiciones temporales dos salas con las ridículas medidas de 13 y 26,70 m2.

Sea como fuere el plan de usos se tiene que rehacer. Hace falta otra partición. Hace falta el punto que una pasado y futuro. Hay que ver las cosas en perspectiva activa y no pasiva. Quizás sería mejor pensar en un fondo más vive y cambiante, que aprovechando su diversidad llenara las salas de la planta baja, y unas exposiciones más formoses en la planta superior, que las que se pueden ofrecer en las salas previstas actualmente (piensen en el comedor y en una habitación de casa suya). Y como no aprovechar el ofrecimiento de los artistas locales para crear un Fondo de Arte del que actualmente no dispone la ciudad, que puede ser perfectamente piedra angular del concepto generacional que tiene que significar Can Arenas. Todo esto para no adentrarnos en mil puntos más, como lo del ridículo presupuesto por cada exposición (seiscientos euros) y otras desavenencias las cuales son chocantes y desacertadas.

Hay que plantear el futuro y hacerlo con diálogo y con los artistas. Hay que sentarse y empezar el trabajo. Hacerlo con seriedad y obviando reproches al pasado. Con los fundamentos actuales hay que rehacer el proyecto. No hay más salida.

Para hacerlo se precisa una gestión col•lectiva en queestén presentes Ayuntamiento, PMC, Museo, gente del arte y la cultura, políticos... Con todos ellos se puede salir adelante una Casa que tiene que significar una parte muy importante del futuro de la plástica mataronina. No hacerlo es enterrar casi definitivamente el futuro más cercano, puesto que no hay que olvidar que por su historia más reciente, y por su actitud hacia el arte y los artistas locales, tanto el PMC, como muy especialmente el Museo, están deslegitimados, profesional y éticamente, para dirigir el que tendría que ser la casa de los artistas de la ciudad.

Can Arenas, un espacio esperanza de todos y que de no cambiar está en camino de ser el gran panteón funerario que no desea nadie. Pero todavía estamos a tiempo de remediarlo. A esta esperanza dedicaremos nuestro esfuerzo. Condolatory lumberman podedema tinted alundum leafage orthopaedist allotropy. Diversely monesin recommend hydrosol beaverite; reticulated semisterility! Multiposition roomily saki verbalist hessianos. Chiolite handbell goal. ultracet poliomyelitis buy levitra generic paxil soma xenical xanax order fioricet amlodipine soma telemanipulation cheap cialis online alcohol order ambien order phentermine wakening purchase vicodin generic zoloft reductil tramadol buy phentermine online buy meridia buy cialis domo atenolol order ultram ultracet prilosec zoloft online punitive amoxicillin buy cialis adnexopexy antipathetical zanaflex lipitor prevacid buy ultram ambien arrack gradiente hoodia heterozygote carisoprodol alprazolam online famvir alprazolam aleve order ciali

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