Familiares, amigos, y muchos representantes del mundo político y social de la ciudad, entre ellos el alcalde de Mataró, Joan Antoni Baron, y los regidores del consistorio, han dado el último adiós a Oriol Batista, muerto a los 38 años después de mucho tiempo de luchar contra el cáncer. En una ceremonia multitudinaria en la sala del tanatorio de Mataró presidida por Joan Godayol, obispo emérito de Ayaviri, con diez padres y previste – ha acudido el salesià Josep M. Camprubí, que fue el director de la escuela Sant Antoni de Padua en los años queestudió Batista-, el obispo ha destacado aspectos de la vida del regidor, su fe y la voluntad de ayudar los demés. Muchas personas han seguido la ceremonia desde la calle por la imposibilidad de entrar a la sala. A la salida del féretro, cubierto con una bandera de la ciudad, la lluvia ha hecho acto de presencia, pero los asistentes han esperado pacientemente a que el coche mortuorio se llevara los despojos de Batista, y en aquel momento ha arrancado una ovación espontánea.
Oriol Batista nació en Mataró el 1972 y era licenciado en Pedagogía. De 2003 a 2007 fue regidor de Bienestar, Salud y Consumo y Nueva Ciudadanía, y vicepresidente del Instituto Municipal de Educación. En la última legislatura se había hecho cargo de Vía Pública, pero el adelanto de la enfermedad lo apartó de sus funciones y desde febrero de 2009 actuaba como regidor sin cartera. Batista estaba casado y tenía dos hijos.
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