Un instante del taller de castellers de sábado.
Un instante del taller de castellers de sábado.

E. Castarnado

Cerca de un centenar de niños y niñas se acercan al taller de los Renacuajos

Durante la actividad de sábado, los menuts aprendieron de forma práctica como se hace un castillo y qué es el papel del anxeneta

Muchos niños y niñas de la ciudad pudieron conocer de más cerca el mundo de los castillos, durante el taller que organizó el pasado sábado, día 11, la pandilla castellera Renacuajos. Según ha explicado la cabeza de niños de los mataronins, Mia Castellví, la actividad concentró en la plaza del Ayuntamiento alrededor de un centenar cuando niños, algunos ya veteranos de la pandilla y otras posibles incorporaciones.

Los pequeños, que hasta ahora se habían limitado a levantar la cabeza meravellats para ver los castillos, pudieron hacer sábado un tastet del que representa ser anxeneta. “Se mostraron muy participativos e hicimos como si fuera un ensayo, haciendo un juego y enseñándolos a subir el pilar de dos y a hacer de aixecador y de anxeneta”, explica Castellví. Durante el taller también se hizo hincapié en cómo se hace una piña y los diferentes tipos de castillo que existen.

Nuevas incorporaciones
Las más de dos horas que duró la actividad sirvieron para encontrar algún nuevo talento entre los participantes, como dice la cabeza de niños: “Cada año durante el taller encontramos algún niño o niña que se apunta, y todo depende de la evolución de cada cual pero, si aprende rápido, en un par de meses podría llegar a subir castillos de siete, y por Santas quizás incluso de nuevo”.

Una fiesta para todo el mundo
A pesar de que el taller no es una actividad nueva, este año tuvo un aire más festivo que nunca. De hecho, el acto se ha enmarcado dentro del programa del décimo aniversario de los Renacuajos. Es por eso que tanto los niños como sus familias pudieron disfrutar sábado de una chocolatada y de un baile infantil.

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