El gobierno municipal pecó de carencia de previsión ante la manifestación okupa por el centro de la ciudad del pasado 7 de mayo, que reclamaba el fin del proceso de desocupación de la Droguería y que finalizó con pintadas a varias fachadas y destrozos en el mobiliario urbano. Estos han sido los argumentos de Convergència i Unió y Partido Popular en el pleno celebrado ayer jueves, día 1, y que, según afirman, ayudan a "entender el aumento de la sensación de inseguridad entre los ciudadanos.
El popular Paulí Mojedano ha afirmado que la actuación policial ha puesto en entredicho la sensación de seguridad de las personas presentes a la manifestación, pero ajenas a sus reivindicaciones. No es la primera vez que no se actúa ante estas características y que también se pone en peligro la salud de la gente, ha sentenciado Mojedano, quien también ha asegurado que la policía recibió órdenes directas del regidor de seguridad, Ramon Bassas. Este último extremo, pero, ha sido rápidamente negado por el mismo Bassas: No creo que cada vez que los 150 policías que hay tengan que actuar me truquen. Por su parte, Joaquim Fernández (CiU) ha insistido al saber el número total de detenidos y el coste de los destrozos y ha recordado que la manifestación hacía tiempo que estaba anunciada.
En la respuesta, Bassas ha explicado que el día de la manifestación la cual, según ha recordado, no estaba autorizada-había montado un dispositivo especial con bastante presencia policial para evitar problemas. No obstante, el regidor de seguridad ha dicho que si hubieran intervenido, el problema hubiera sido mucho más grande. En cuanto a las detenciones, Bassas noha querido precisar nada puesto que la mayoría siguen su curso judicial y ha situado la cuantía de destrozos en 7.500 euros.
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El miedo al asalto de urbanizaciones llega al pleno
La preocupación que Cataluña vive por los numerosos asaltos a chalés perpetrados en los últimos días en varias urbanizaciones de Cataluña, también llegó al pleno. CiU recordó en el gobierno que la urbanización de Can Quirze de Mataró fue escenario el pasado 21 de mayo de un atraco. El regidor Antoni Valls instó en el gobierno a "ponerse las pilas" en este asunto, para "evitar males mayores". Por su parte, el regidor de seguridad, Ramon Bassas, explicó que los robos silenciosos son objeto de una vigilancia preventiva y que el ayuntamiento tiene un ojo puesto.
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