Eloi Aymerich

Eloi Aymerich

Director audiovisual, productor cultural y profesor universitario

Ciutat, oportunidades y cultura

Cuando abrimos El Público, un proyecto impulsado por la asociación sin ánimo de lucro Clack Producciones Culturales y el emprendedor Xandri Calsapeu, teníamos muy claro que lo hacíamos para impulsar y dinamizar la cultura de la ciudad desde la iniciativa privada. Pero con vocación pública. Era el septiembre del 2011, en plena crisis económica. Muchos nos dijeron que era temerario. Después de más de 350 actividades y casi dos mil días abiertos, hemos demostrado que un modelo autogestionado cultural es viable a la ciudad. De hecho no somos los primeros.

Decidíamos cerrar una etapa después de más de cinco años de trabajo intenso a la ciudad y la comarca. Creo que hemos sabido cerrar el proyecto en un buen momento; con muy buena aceptación por parte de diferentes agentes culturales y ciudadanos. Cerrar cuando las cosas van bien también tendría que ser posible. Siempre bajamos las persianas cuando las cosas ya no se pueden aguantar. En este caso, cerramos una etapa para abrir de nuevas. Y con buena salud. Una buena noticia.

Mataró continúa teniendo poca cura de la cultura. Hablo de la cultura hecha desde fuera los estamentos públicos. Hay que incidir profundamente al cambiar esta dinámica. Porque las mejores noticias culturales mataronines han venido últimamente desde el tercer sector cultural: aquel setor cultural privado pero sin afán de lucro y con vocación de servicio público. Hay casos excelentes de esto que explico. Cómo Dòria Libros, que ha sabido crear una extraordinaria comunidad de amor a los libros y la literatura, y que ha permitido construir la ciudad de una nueva librería con personalidad propia, después de la traumática desaparición de Robafaves el 2013. Cómo Can Fugarolas, un auténtico verger cultural en el barrio de La Habana, que desde una perspectiva autogestionària y super independiente, aglutina el lujo circenc de Cronopis, el arte social del Taller de ideas y decenas de microprojectes culturales que van desde el audiovisual hasta la educación en el ocio.

Que Verkami, el principal operador de micromecenatge del sur de Europa, tenga la sede en Mataró no es casualidad. Somos limpios y bisnietos del mutualismo, de la ayuda mutua, de la cultura de base y de raíz. Tenemos la herencia a menudo emboirada e ignorada de Ateneos republicanos, serenatas musicales por suscripción popular o resistentes catalanistas de teatro amateur durante la oscuridad franquista. Tenemos marcado en nuestro ADN la cooperación, la voluntad de sumar, una cierta predisposición a desconfiar de la iniciativa pública, incluso.

A menudo para saber qué queremos ser buscamos referentes. Citar la ciudad inglesa de Bristol puede parecer demasiado ambicioso. De acuerdo. Pues citamos dos ciudades medianas catalanas. Una de metropolitana, L'Hospitalet de Llobregat. Y una de comarcas, la gerundense Salt. Dos ejemplos de ciudades donde la cultura se ha convertido en una arma de cohesión social, atracción de talento, regeneración de barrios y equipamientos ciudadanos, colideratge publicoprivat o creación de industria cultural. Tenemos estas oportunidades delante. Pero nos hace falta más colideratge publicoprivat. Ser más generosos desde la iniciativa pública. Y más osados y reivindicativos desde la iniciativa privada. Y se tienen queatacar de raíz prácticas que no ayudan a dinamizar. Reducir el endogamia desde el sector público. Abrir las puertas a nuevos actores que estén dispuestos a trabajar con rigor y generosidad. Apostar por las nuevas generaciones. Reconnectar la universidad con el audiovisual, las artes escénicas, la comunicación. Volver a poner a su lugar la proeza de la Casa de la Música. Y sobre todo, creer y envigorir el tercer sector cultural de la ciudad. Con él, podemos llegar a cualquier lugar.

Compartir, ciudadanía, trabajo... cuando hicimos el primer aniversario del Público hablaba de estos valores en un artículo en este mismo medio de comunicación. [LINK A http://capgros.elnacional.cat/opinio/un-any-compartint-cultura-ciutadania-i-treball_704185_102.html Mi generación entiende la cultura de una manera nueva. Más horizontal, más cooperativa, más participativa. Son nuevos paradigmas que creo que al Público hemos sido aplicando. Haber demostrado su valía durante cinco años ha sido un auténtico lujo. Sobre todo por toda la gente con quien lo hemos compartido. Y con los amigos de la ciudad y la cultura que nos han demostrado que para ser feliz hay que tener un proyecto. Pero sobre todo, compartirlo.

Todo está para hacer. Quizás algunas de las ideas que he explicado sirvan para inspirar a nuevos valientes culturales. Estos son los auténticos imprescindibles.

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