La historiadora Margarida Colomer, autora del libro Guerra Civil en Mataró, 1936-1939, denunció ayer durante una conferencia a Can Palacete el fusilamiento de mataronins inocentes durante la posguerra. Durante los primeros años del franquismo fueron víctimas de la represión, contrariamente a la propaganda franquista, aquellos que no habían cometido ningún crimen de sangre durante la guerra, puesto que aquellos que podían ser condenados ya habían huido al exilio, explicó ayer la historiadora. Y, concretamente en Mataró, ella que ha leído casi cincuenta procesos judiciales contra mataronins, añadió: La mayoría de condenados fueron acusados para matar al doctor Samsó -rector de Santa Maria- acto que todos ellos no podían haber hecho, por lo tanto, muchos inocentes fueron fusilados porque hacía falta, fuera como fuera, encontrar responsables y practicar una justicia claramente perversa.
 Esta conferencia, centrada en la represión franquista durante la posguerra en Mataró, y enmarcada en los actos adjuntos a la exposición El campo de la bota, también sirvió para romper algunos mitos. Por ejemplo, en Mataró, a diferencia otras ciudades catalanas, los rectores no quisieron participar en los juicios de los Tribunales de Responsabilidades Políticas como testigos acusadores y fueron pocos los casos de republicanos delatados. Mucha gente que por revancha podía haber delatado alguno otro ciudadano no lo hizo por principios, a pesar de las presiones recibidas por las autoridades franquistas, aseguró la historiadora. Esto provocó que pocos vecinos declararan en numerosos sumarios: Hay nombres de testigos, personas con mucho de odio acumulado, que se repiten a la mayoría de casos, explicó Colomer. 
 El acto también contó con la presencia Joan Montblanc, uno de los documentalistas de la exposición El Campo de la Bota, actualmente visitable al Museo de Mataró. En este caso, el historiador explicó las dificultades que se encuentran para ampliar la información existente sobre esta zona barcelonesa de fusilamiento de republicanos durante las primeras décadas del franquismo. Todavía hay reticencia a hablar sobre este tema, por un lado hay personas que no saben nada porque en casa suya se había silenciado, mientras que otras, nos recriminan que después de tantos años todavía nadie se haya interesado por sus familiares muertos, explicó Montblanc. El caso de Mataró es significativo: 13 mataronins fueron asesinados al Campo de la Bota, de estos sólo los familiares de 4 han querido hablar con los organizadores de la muestra, y de estos sólo unos, los parientes del alcalde Josep Abril, han querido ser entrevistados.
    
    
    
            
                            
                
            
                             
    Colomer durante la conferencia de ayer
                        
            
            
            
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