Entrevista Josep Lluís Checa 1
Entrevista Josep Lluís Checa 1

"Como nuestro parque empresarial y universitario, no hay ninguno"

El director general de TecnoCampus, Josep Lluís Checa, destaca el modelo único del proyecto en Cataluña y la necesidad que tiene de crecer para impulsar nuevas líneas formativas

El TecnoCampus se ha quedado pequeño y ha llegado la hora de crecer. La necesidad de dotarse de nuevos espacios para acoger una nueva oferta educativa, vinculada sobre todo a la formación profesional, llevará al parque universitario y empresarial de Mataró a construir un nuevo edificio adyacente al actual campus. Esto es una muestra del éxito de este proyecto crucial en Mataró, con más de 3.000 estudiantes (un tercio del total de la UPF, a la cual está adscrito) y plena ocupación empresarial en sus instalaciones. El modelo educativo de TecnoCampus, las líneas de crecimiento o el reto de encontrar financiación y ser sostenibles son algunos de los temas que se tratan en esta entrevista con Josep Lluís Checa, director general de TecnoCampus.

¿Hasta qué punto TecnoCampus ha llegado al límite de su capacidad y es necesario crecer?

Yo diría que más que una necesidad, es una oportunidad para crecer. Uno de los objetivos claros de TecnoCampus es el desarrollo de actividad empresarial en el contexto de Mataró, no solo ofreciendo sus espacios, sino generando un ecosistema de iniciativas emprendedoras. Obviamente, cuantas más capacidades tienes, más proyectos puedes atraer. Es una buena noticia que tengamos un nivel de ocupación tan elevado, pero actualmente esto nos limita en ese sentido. Esto nos ha llevado a “colonizar” nuevos espacios, como el edificio de El Rengle. Hemos ocupado cualquier punto que ha ido quedando libre, pero ahora ya estamos más justos.

¿Pero la mayor urgencia es a nivel empresarial o educativo?

En realidad, es a nivel educativo, pero no con lo que ya estamos haciendo, sino con lo que queremos potenciar, que es la formación profesional. En la oferta de grados universitarios hemos llegado a un techo en el que, con las instalaciones que tenemos, mantenemos unas ratios de estudiantes relativamente bajas y una docencia que se mantiene reconocidamente con altos niveles de calidad. Pero la situación actual no nos permite promover iniciativas como los grados superiores de FP, que es un ámbito en el que ya hemos declarado públicamente que queremos avanzar y para los cuales necesitamos espacios diferenciados.

Esta vinculación directa de la formación profesional al ámbito universitario es una ruptura del paradigma existente.

"En toda Europa la formación profesional de grado superior está asimilada a la formación universitaria, y esa debe ser nuestra línea"

En toda Europa la formación profesional de grado superior está asimilada a la formación universitaria. Sin embargo, en España, a nivel legislativo, se había ido en sentido contrario. El objetivo ahora es establecer bases bidireccionales mucho más sencillas y atractivas entre los dos ámbitos, vínculos más estrechos. Desde el punto de vista de la estrategia de Tecnocampus, que siempre ha sido una entidad profesionalizadora con una mirada directa a llevar talento y valor a las instituciones y empresas, este era un punto importante. Había dos vías de entrada para nosotros en este mundo: una, considerada intrusiva, era crear nueva actividad de formación profesional de grado superior en Mataró, que compitiera con la oferta existente en la ciudad. La otra vía era la colaborativa, trabajando conjuntamente con los centros de formación de la ciudad, estableciendo nexos académicos con ellos, y es la que apoyamos.

¿Y cómo se concretará esto?

Sincronizando los currículums con otras instituciones para que sea más fácil convalidar conocimientos y obtener la titulación. En este sentido es el acuerdo que hemos establecido con la Escuela Pía de Mataró, siguiendo el modelo 2+3: dos años de estudios de ciclo superior y los tres restantes de grado, por ejemplo en el ámbito de marketing, para poder obtener reconocimiento profesional y académico.

TecnoCampus ya aporta un tercio del total de estudiantes de la Universidad Pompeu Fabra.

Esto es importante para nosotros, pero no es una forma de marcar territorio o tamaño. En este escenario, lo que nos caracteriza es nuestro carácter universitario de ciencias aplicadas, que complementa esa mirada más purista que se ha tenido de la UPF, entendida tradicionalmente como una universidad centrada en la investigación. En casi todos los países europeos existen estos dos modelos de universidad, mientras que en el Estado español no existe esta diferenciación. La UPF destaca sobre todo en investigación en ámbitos como el económico o la biomedicina, a niveles de máximo prestigio internacional. Nosotros no podemos ni queremos competir con ese posicionamiento; queremos ser complementarios, acercándonos más a las empresas, con un ADN emprendedor en todo lo que hacemos. En la UPF aportamos un componente de aplicación del conocimiento a través de la iniciativa empresarial. Este posicionamiento ha sido difícil de entender.

¿Quién no lo entiende?

"El aprendizaje no vendrá dado por grandes paquetes de conocimiento, sino por contenidos muy dirigidos a las necesidades de cada persona"

No desde la Pompeu Fabra, sino desde el hecho de que tenemos un sistema universitario de modelo único cuando, en el fondo, todas las universidades quieren evolucionar hacia un modelo de emprendimiento y de transferencia del conocimiento al sector productivo. En el posicionamiento de rankings de investigación de las universidades catalanas, todas las públicas están muy bien posicionadas. Pero en el ámbito de transferencia no tanto, y es aquí donde nosotros, por nuestro propio modelo, queremos apostar. Un modelo que determina que hasta la fecha tengamos 137 empresas en casa, con todo lo que implica de actividad y oportunidades de relación. Hay un ecosistema de innovación y generación de conocimiento que parte de TecnoCampus. Esto incluye iniciativas incubadas que provienen directamente de nuestros estudiantes, con un valor del conocimiento, una iniciativa innovadora y de impacto directo.

Nos dirigimos hacia un panorama educativo de formación post-obligatoria que es diferente al que teníamos hace una o dos décadas.

"El apoyo económico debe venir del sistema público, porque nosotros somos una herramienta pública"

No sé si somos conscientes de hasta qué punto las cosas están cambiando respecto a cómo eran tradicionalmente. Por eso en TecnoCampus hablamos de un ecosistema individual de aprendizaje. Cada vez este aprendizaje no vendrá dado por grandes paquetes de conocimiento, lo que se conoce como grados de formación internacional o grados universitarios, sino por una serie de contenidos muy dirigidos a las necesidades de cada persona y a los requisitos de las empresas, y pensados para lograr un efecto muy concreto. Y aquí la formación a lo largo de la vida es clave. Tomemos como ejemplo la inteligencia artificial, que hoy en día nos está inundando y que cualquier profesional, independientemente de su edad o sector, puede tener interés en conocer. Poder incorporar estos conocimientos a lo largo de tu trayectoria será clave, y necesitamos instrumentos solventes y certificados que garanticen este aprendizaje.

Lo que también se necesita es que la ciudadanía o quizás las empresas, en muchas ocasiones, tomen conciencia de esto.

Ciertamente, las empresas deben hacer un cambio. Algunas ya lo están haciendo. Ya es habitual encontrar grandes compañías, sobre todo consultoras, que no te piden un título, sino unas competencias, unas habilidades y el desarrollo de estas. Este cambio de paradigma empresarial, en todo caso, no debe producirse solo a la hora de incorporar el talento, sino de saber retenerlo. Deben ayudar a la formación de sus trabajadores y nosotros debemos crear perfiles educativos específicos para sus necesidades, de manera continuada, no solo como resultado de una carrera universitaria.

Al final, todo se alinea con el objetivo inicial de TecnoCampus, que era transformar el modelo económico de la comarca.

TecnoCampus es una herramienta que quiere liderar este cambio de modelo económico. Sabemos que referentes internacionales tienen trayectorias largas y sostenidas, pero que necesitan tiempo para dar resultados, y nosotros estamos en esta línea. Creemos que en Mataró ya estamos viendo un retorno de la inversión y de los recursos destinados a este proyecto, y esperamos que este retorno sea aún mayor en el futuro. TecnoCampus ha demostrado que tiene unas bases muy robustas, tanto en la solidez de la oferta como en su componente financiera. También hemos sido capaces de pensar en el proyecto a largo plazo.

¿De dónde debe venir el apoyo económico para seguir adelante?

Necesariamente del sistema público. Porque nosotros, aunque nos articulamos como fundación privada, en realidad actuamos como una herramienta pública, tanto a la hora de fijar los precios de los grados como de las asignaciones a becas. Nuestro modelo de gobernanza también es público, con la participación de entidades empresariales, sindicatos y representantes institucionales. Pero necesitamos más recursos para poder hacer nuevos proyectos de manera más ágil. Esperamos que desde el ámbito público se nos dé el apoyo económico necesario para seguir creciendo.

Competís con otros centros universitarios y parques empresariales de toda Cataluña, similares a vosotros. ¿Cómo se gestiona esta competencia?

Como el nuestro, no hay ninguno. Además de nuestra vinculación con la Universidad Pompeu Fabra y de nuestro rol cercano a las empresas y a la transferencia de conocimientos, el gran factor diferenciador que tenemos es nuestro modelo de gobernanza y ese ADN público que tenemos y que son clave.

¿Cómo ves TecnoCampus de aquí a 10 años?

"El reto es mantener una oferta universitaria siempre coherente con las necesidades del momento"

En primer lugar, queremos que siga manteniendo una oferta de formación universitaria coherente con el momento y alineada con las necesidades de las empresas y organizaciones. También que esta oferta se diversifique, con una apuesta por la formación a lo largo de toda la vida, teniendo en cuenta que la pirámide de edad cambiará y que cada vez más personas buscarán formarse a lo largo de su trayectoria profesional. El ecosistema individual de aprendizaje será clave para nosotros y nos permitirá continuar creciendo en los próximos años.

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