Susana Pareja Ortiz

Comportamiento sexual a la infancia

Muchas madres y padres nos preguntamos que hacer cuando un hijo o una hija en edad infantil empieza a hacer preguntas de contenido sexual ("Por qué yo tengo vulva y mi germano pene?", "Como entra un bebé a la barriga?", ...) o presenta comportamientos sexuales (auto-tocamientos o tocamientos a iguales, enseñar las partes íntimas públicamente, dar besos a la boca, etc.). A menudo nos preguntamos qué comportamientos sueño normal y qué no, y como tenemos que responder a estos. Y también nos preguntamos si están en edades de saber esto o no.

Pues, el primero que tenemos que hacer es no cuestionarnos la edad de nuestro niño ante una pregunta o una acción, y responder según el hecho, con una información real, clara y que entienda a su edad. El comportamiento sexual y afectivo (manifestado a diferentes grados, respuestas, partes del cuerpo,...) está presente en nosotros desde que nacemos hasta que morimos, por lo tanto, se normal que surgen hechos y preguntas a cualquier edad.

En segundo lugar, tenemos que preguntarnos a nosotros mismos qué educación sexual hemos recibido y qué queremos por nuestros hijos e hijas. La diferencia de recibir una educación sexual restringida, una abierta, o simplemente no recibir ninguno, hace que nos pueda col•lapsar ante nuestra manera de actuar y responder. Pero tampoco nos tenemos que preocupar, esto también tiene fácil solución si ponemos de nuestra parte y estamos dispuestos a actualizar nuestro comportamiento y pensamiento, en cuando a afectividad y sexualidad es refiere.

En tercer lugar, tenemos que actuar con naturalidad e interés, no mostrar sorpresa, malestar, desconocimiento o preocupación. Y responder activamente, sin desviar ni eludir el tema, y desde el qué sabemos. En este caso, ante la duda y no saber que decir, el mejor es comentarle que ahora no sabes que decirle, que tampoco te lo habías preguntado, pero que lo consultarás con la almohada (o con alguien otro) y al día siguiente tendrás una respuesta. Aprovecha para acudir y asesorarte a un especialista en sexualidad. No dejes esta cuestión sin aclarar, es importante atenderlo.

En último lugar, es muy importante no denominar las partes del cuerpo con diminutius o etiquetados que favorezcan la desigualdad. Hay que decir "vulva" y "pene" y evitar, por ejemplo decir: "el pitu", "la cueva", etc. En la escuela aprenden las partes del cuerpo cabe los 4-5 años. Es muy importante vigilar con la "doble perspectiva" que se puede crear en el niño si utilizamos otros nombres. Tampoco hace falta infantilitzar ni animalitzar: "la vulvita", la sardineta", etc..

En todo caso, la respuesta que damos tiene que ir orientada hacia favorecer el diálogo, la expresión de sentimientos, y una conducta sexual sana que contemple las relaciones afectivas como necesarias para su desarrollo, como un aprendizaje positivo, saludable y vital.



















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