Cuando llegue el invierno se hará por la noche más bien y las condiciones climáticas serán más adversas, por eso conviene que preparáis vuestro vehículo para poder conducir con mayor seguridad. Así, tendréis que revisar el estado de los neumáticos, luces, frenos, escobillas, el nivel de los líquidos...Pero también conviene que tomáis algunas precauciones:
Si conducís en un día lluvioso
Si pasáis por un charco, circuláis lentamente poniendo la primera marcha para evitar que se moje el motor y se pare. Además, tenéis en cuenta que se puede producir el efecto aquaplaning, si esto pasa, no pisáis el freno, levantáis lentamente el pie del acelerador mientras aguantáis el volante con fuerza. También es importante que aumentáis la distancia de seguridad con el vehículo de delante y reducís la velocidad, puesto que los frenos no funcionan igual de bien cuando las ruedas están muy mojadas. Si los vidrios se os empañan, ponéis en marcha el climatitzador o aire acondicionado con aire caliente para volver a tener visión de manera correcta.
Si hay bancos de niebla
Es importante que aumentáis la distancia de seguridad, también tenéis que reducir la velocidad y circular guiándoos por las líneas de la carretera. No olvidáis encender las luces antiboira de última porque os vean, y los de delante sólo si la visibilidad es muy escasa.
Si hace mucho viento
Conviene que reducís la velocidad y que cogéis el volante con fuerza, sobre todo cuando avanzáis a un vehículo grande. Además, si mantenéis el número de revoluciones elevado la fuerza del motor os ayudará a mantener la trayectoria. Hay que tener en cuenta que no sólo importa nuestro vehículo, sino los del cercando. Hay camiones en autopista inestables con el viento, por el que hay que vigilar posibles adelantos.
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