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CONTRACRÒNICA: Los diez metros, Tv3 y el show de David Madí

El mismo lugar y la misma moqueta en el tierra –cedida por el Ayuntamiento de Premià de Mar también- que el pasado domingo en el mitin de Maragall. Ayer, pero, los locatarios del Eusebi Millan eran otros y el show que serepresentaba perseguía los fines contrarios a los de hace seis días. El mismo lugar muy bien no, porque si alguien se entretuvo a mirar por la puerta del última del pabellón podría haber comprobado quehabía unos diez o doce metros totalmente vacíos –con ‘segurates' vigilándolo, eso sí- para reforzar la sensación que la pista polideportiva –con las sillas muy enganchadas las unas con las otras- estaba atestada. Adentro un periodista decía quehabía más gente que el otro día, mientras otro dice exactamente el revés. Poco más o menos, vaya.

Los mítines de Convergència i Unió son un montaje que hace tilín de ver, espectacular. Son una especie de show televisivo, una obra de teatro que va de ‘bolos' y cada día sale algo mejor. No es que los mítines socialistas no estén muy montados, pero es que los de CiU son un pase. El espectáculo empieza con un speaker a la americana y un grupo de música tocando el himno de la campaña en directo… y se acaba con una señera ondeando por encima de todos los asistentes y una lluvia de papelitos amarillos y rojos llenando todo el escenario, como si fuéramos en una de aquellos desfiles de los marinas en medio de Nueva York.

El mitin, esto hay que dejarlo claro, tiene hoy y siempre dos partes. La que va desde el inicio del show hasta las 20.43 y la que va desde ¾ de 9 hasta el final. Y que pasa entre las 20.43 y las 20.45? Pues que Tv3, Dios mediático de Cataluña, conecta en directo en medio del Telediario. Y está claro, de repente al mitin pasan de haber 800 o 900 personas a una audiencia potencial de medio millón de personas, por ejemplo. Es la oportunidad de oro, el momento más importante del día. Artur Mas tiene en el atril un cronómetro que empieza una cuenta atrás de dos minutos cuando son las 20.41, con la pretensión que se vaya centrando y se prepare para dar el mensaje del día. Y a la cabeza de dos minutos Joan Carles Peris saluda a los presentadores de Sant Joan Despí y daa Artur Mas. Este apunta bien y –cuando se le enciende un piloto rojo que también tiene al atril- dispara todavía mejor, con contundencia. “Ha hecho un buen corte”, dicen los periodistas.

Al fondo de todo, con cara de “todavía remontaremos” se pasea la cabeza de campaña de Mas, David Madí, conocido vulgarmente como “el hombre de las encuestas” y, de entre los presentes, seguramente el hombre que más ha influido a la hora de construïr el personaje mediático que es Artur Mas; un hombre que acaba de interpretar un magnífico papel. Si Artur Mas se dedicara al cine, sería una brillante prometida.

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