La Policía Local de Mataró realiza hasta cinco visitas diarias al hogar donde está confinada a la fuerza una familia de la ciudad, de siete miembros, que contrajo el Covid-19 y que se negaba a cumplir con el aislamiento domiciliario. El objetivo es garantizar que durante los 14 días que dura la cuarentena no salgan de casa y no expongan al resto de la población al virus. Gracias al aval de un juez, el consistorio ha podido imponer el aislamiento a esta unidad familiar, que se resistía a llevarlo a cabo voluntariamente, y también obligar a sus miembros a someterse a tests PCR para saber si, a raíz del positivo de una de las menores, también están contagiados.
La familia se negaba a cumplirlo por miedo a perder el trabajo
Estas son las medidas drásticas que el Ayuntamiento se ha visto obligado a tomar después de que, según la versión municipal, se intentara por todas las vías posibles convencer a la familia que cumpliera voluntariamente con el aislamiento domiciliario de 14 días, tal y cómo prevé el protocolo sanitario en caso de un positivo al hogar. La familia está formada por tres adultos, tres menores y un bebé. La niña pequeña de la familia dio positivo por Covid-19 el 18 de agosto pasado, después de volver de unas colonias donde uno de los monitores había sufrido el contagio.
Ante esta situación se reclamó a toda la familia que siguiera los protocolos y se confinara en casa durante 14 días. A pesar de que se los intentó convencer por varias vías (salud pública, policía local, mediación intercultural y bienestar social) y se los ofreció varias vías de ayuda, se negaron a hacerlo voluntariamente. Según argumentaban, los adultos no podían dejar de ir a trabajar durante estas dos semanas, puesto que tenían miedo a perder el trabajo.

Cerdanyola, con varios casos de familias que se han negado a cumplir el confinamiento
Tal y como ya hizo el mes de julio pasado, con dos casos similares de familias contagiadas residentes al barrio de Cerdanyola, el Ayuntamiento decretó el confinamiento a la unidad familiar y elevó el caso al juzgado contencioso administrativo porque lo ratificara. El mes pasado no lo consiguió, puesto que el juzgado consideró que un ayuntamiento como el de Mataró no tenía competencias para dictar restricciones de movimiento por motivos sanitarios.
También se ha obligado a todos los miembros a hacerse tests PCR
El caso hizo que la Generalitat moviera ficha y, el 4 de agosto, firmara un decreto que sí que permitía a los consistorios llevar a cabo esta medida. Y este golpe el Ayuntamiento sí que ha visto ratificada la decisión por un tribunal, en este caso el juez del Contencioso número 16 de Barcelona. Su resolución admite la "competencia" del consistorio para tomar estas medidas con "la finalidad de contener la epidemia".
La cuestión, un golpe ratificada la decisión, era buscar la manera de aplicarla. La opción escogida por el Ayuntamiento es este control intenso y diario de los movimientos de la familia por parte de la Policía Local. Hasta el cercano 1 de septiembre, fecha en la que finaliza la cuadragésima, agentes del cuerpo policial visitan el hogar familiar un total de cinco ocasiones cada día para garantizar que todos los miembros cumplan con el confinamiento y no salgan de casa.
Problemas con los cumplimientos de la cuadragésima
Según datos hechos públicos por la Generalitat este viernes, día 28, un 45% de las personas que han estado en contacto estrechado con casos de Covid-19 no siguen el aislamiento que se recomienda de cara a evitar la propagación del virus. Desde el gobierno catalán se insiste en la importancia de cumplir con la cuadragésima, tanto en los casos de personas que han dado positivo como en las personas de su entorno más cercano.
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