Las dos versiones del cuento de la Blancaneus que nos han llegado en pocos meses de diferencia constatan una vez más el espionaje industrial que siempre se ha producido en Hollywood. En esta ocasión, pero, las dos propuestas han tenido que combatir con la estrella de la mítica versión de la Blancaneus filmada por Walt Disney, y todavía más con el personaje de la Madrastra, una de las malvadas más emblemáticas de la historia del cine. Tan Julia Roberts, a 'Mirror, mirror', como Charlize Theron, a esta 'Blancanieves y la leyenda del cazador', parecen haber sido conscientes de qué era su rival más directa y, realmente, se han esforzado para ofrecer dos grandes interpretaciones. La de Roberts, de carácter más irónico y autoparòdic, explota la vis cómica de la actriz. La madrastra que construye Charlize Theron es mucho más dramática y shakesperiana, y quizás por eso luce mucho más. Pero no se puede negar que el papel de la actriz es el que más destaca de una adaptación que demuestra, también, comoes de alargada la influencia de la saga del señor de las sortijas. 'Blancanieves y la leyenda del cazador' pretende emular esta narrativa épica de la saga de Peter Jackson, así como sus móns fantásticos, pero no seacaba de ensortir sobre todo por qué las pretensiones no van unidas al talento suficiente para rodar y montar con agilidad y ritmo. Curiosa apuesta, por otro lado, la de modificar el cuento original con nuevas aportaciones como esta del cazador que da título al film. Un intento de mezclar géneros e ingredientes que no ha acabado de reixir, y de la que sólo Charlize Theron, vale la pena reiterarse,sale victoriosa.
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