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Los cuatro carteles de Santas.

Salva Fernàndez

Cuatro carteles, cuatro maneras de entender Las Santas

Hablamos con artistas que ya han hecho el cartel de Santas. El estilo, la intención y las críticas que recibieron.

Néfer, un cartel retallable de 1981

"Recuerdo que había creado algunos carteles por teatro o la semana internacional de títeres, encuentros de magia... Y un día pasé por el patronato de Cultura, donde todo era mucho más casero, y entré para decirlos a algunos de la Comisión que me gustaría hacer el cartel; pocos días después me lo asignaron". El que explica el artista mataronina Néfer parece imposible a día de hoy, donde el secretismo sobre quien forma parte de la Comisión y cómo se escoge quién hará el cartel se traen con total discreción, pero a principios de los 80 era otra cosa. "Me conocían de trabajos que había hecho y me dijeron que sí", recuerda.

A pesar de que se había postulado directamente para ser la autora del cartel, Néfer "no tenía claro qué hacer", puesto que contaba con muchas ideas y tenía que concretar una. "La gran preocupación que tuve era representar la temática de la que se habla, y pensé que se podría hacer figuras retallables para coleccionar", relata. Dedo y hecho, creó una pieza donde había varias figuras con una pestaña debajo porque se aguantaran derechos, entre las cuales había el Robafaves y la Giganta, pero también los Enanos... A su manera. "Creo que no debía de tener imágenes de los Enanos y decidí inventármelos", un riesgo que seguramente nadie asumiría hoy en día.



El cartel fue todo un éxito, y en plenas Santas Néfer recuerda que "se hizo una segunda edición con un papel más grueso". De hecho, el artista se muestra muy sorprendida por el hecho que "la gente criticó que la palma del Robafaves era muy pansida, en ninguna parte de decirme que los renacuajos eran inventados!". En todo caso, fue una obra que gustó por las particularidades que tenía.

Por ella, un buen cartel tiene que saber ser "identificativo de la Fiesta Mayor", puesto que es algo muy abierto y se tiene que ser capaz de hacer una cosa que la gente "sepa hacerse suya". "A pesar de esto, hay que decir que aquí entra la libertad de expresión de cada cual, las imágenes y la plástica de cada artista dependen de su estilo", concluye.

Perecoll y las acuarelas de 1992

Perecoll es uno de los artistas más reconocidos en Mataró y con una trayectoria más dilatada. No es de extrañar que fuera uno de los autores del cartel de Santas. Lo fue el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona, el 1992, y fue uno de los encargos más ilusionantes por el artista. "Era también un compromiso muy serio, una pieza que quedaría por siempre jamás, y me lo tomé como tal; por suerte te daban tiempo suficiente para hacer pruebas, vincularlo a tu estilo y finalmente encontrar que cruces que es mejor". Por Perecoll, había algo que tenía que estar presente: el escudo. "Decidí que se viera la mano de en Robafaves y que aguantara un petardo de la fiesta", relata.

Por él, el más importante de Las Santas es el hecho que "se elige el artista, pero no la obra ni hacer ninguna sugerencia. Así aseguras que es la visión de la persona escogida", y recuerda contento "la recepción del público; no era una pieza habitual porque siempre se espera que haya gigantes, elementos de la fiesta... Pero cuando traigas tiempo viendo qué hacen los otros intentas no repetir temas trillados". "Me hacía ilusión representar en Robafaves pero, por eso, escogí sólo una mano", concluye.



El artista mataroní cruz, ahora que han pasado más de 25 años, que sí, que su cartel de Santas responde al estilo que tenía en su momento, que es una obra suya. "En aquella época estaba pintando mucha acuarela y la hacía de manera tachada y particular, por el que considero que aquel cartel representa aquel estilo. No sé si ahora optaría por algo diferente, pero sí que mantendría todo aquello que creía imprescindible: siempre pensé que el cartel tenía que poderse identificar a diez metros, y parece que no pero es de las dificultades más grandes que me encontré".

De hecho, por Perecoll el poner las letras de Las Santas al cartel fue el que más le costó de ejecutar. En todo caso, y con el paso del tiempo como experiencia, el artista tiene muy claro que "un buen cartel tiene que reflejar al artista, pero tiene que ser un cartel, no una obra; no puede ser un cuadro ampliado. Una pieza que tenga virtudes y se pueda leer a distancia".

Marta Duran, las calles de 1996

Marta Duran estuvo presentando exposiciones en todo Cataluña y España, en varias galerías importantes e incluso la Duquesa de Amanecer le compró dos cuadros. No era precisamente desconocida cuando la regidora Carme Benito la trucó para proponerle hacer el cartel de Santas de 1996. "Fue toda una alegría, además no había muchas mujeres que antes lo hubieran hecho y quedé sorpresa", recuerda. En aquella época, Duran pintaba "bastante paisaje urbano, y tenía muy claro que la idea del cartel iría por aquí, influenciado por el expresionismo alemán y un estilo donde los edificios no los colocaba en 2D sino con cierta profundidad".

El artista pensó en el día de los fuegos, cuando "todo el mundo baja hacia la playa y la ciudad queda vacía", por eso en su apuesta "no hay figuras, y se ve la plaza del Ayuntamiento vacía, la estación porque es donde se dirige todo el mundo y, claro, palmeras del frente marítimo y el fuego encabezando arriba de todo".[banner-AMP_5]



Duran explica que la idea de hacer que el fuego saliera de las letras de Las Santas fue suya, pero que no lo ejecutó ella. "Lo plasmó una diseñadora gráfica, Esmeralda Mateu, que en aquel momento trabajaba por empresas grandes como Coca-cola; cuando lo propuse se extrañaron un poco, pero finalmente creo que tuvo buen recibimiento", añade. Duran piensa que su creación "gustó" entre otros cosas porque "era nocturno, cosa no habitual en los carteles", y de hecho "volaron literalmente, se veían muy pocos por la ciudad", algo que lamenta.

Por ella, un buen cartel de Santas tiene que "representar Mataró, no sólo los Gigantes o la Momerota, sino la ciudad, algo que acerque a grandes y pequeños". "A mí no me gusta todo el que está relacionado con los petardos, y creo que como que mucha gente puede tener esta sensación con otras actas, es mejor hacer algo que represente donde vivimos. Al final de fiestas mayores hay en todas partes, por eso quería hacer una cosa diferente", concluye.[banner-AMP_6]

Martí Ansón y el hooligan de 2008

Martí Anson protagonizó la última gran polémica y división con el cartel de Santas, a pesar de que los grandes expertos coinciden al decir que es uno de los mejores que se han hecho. El artista no hizo un cartel propiamente dicho, sino que convirtió la camiseta de Las Santas en la protagonista. Y con un mensaje potente. "La iconografía de Las Santas es muy importante, y todo el mundo usaba el mismo: gigantes, fuegos... En cierto modo quería actuar diferente, dar importancia en la gente". Y para hacerlo, diseñó una camiseta claramente inspirada en la camiseta amarillo y negra del CE Mataró: "Siempre he hecho la broma de relacionar las Santas y su público con el del fútbol; se juntan muchas generaciones diferentes, niños y familias... Y también, esto no sé si lo puedes poner, con el alcoholismo y el fanatismo. Siempre me ha hecho gracia esto, puedes encontrarte desde el niño hasta el más radical conviviendo en un partido de fútbol. Y en Las Santas".

Toda una declaración de intenciones con una camiseta amarillo y negra, donde el espacio por la publicidad era Las Santas y que hacía partícipe a la gente de este "club" que es la Fiesta Mayor. Pero Anson fue más allá, porque entre las críticas había los que decían que no eran los colores de Mataró. "Yo si pienso en Mataró pienso en amarillo y negro, no quiero faltar al respecto a otros equipacions, pero si te viene a la cabeza el fútbol de Mataró, los colores son el amarillo y el negro", relata, para añadir: "Además, no me gusta nada esta combinación, la camiseta me parece muy fea; así que coger este objeto y plantearlo como identidad de equipo que encima no te gusta, me hizo gracia".[banner-AMP_7]



Anson no se preocupó mucho del debate sobre el cartel: "Prescindo totalmente de esto porque siempre tendrás gente a favor y en contra, así que mejor hacerlo cómo sabes y ya está. Si hay problemática es más divertido, y quiere decir que hay interés. No sé si era provocativo, creo que la provocación se la crea la gente". Y también defendió su propuesta: "Un golpe tienes el mejor cartel con la iconografía de Santas, el de Parara, no puedes hacer nada más con gigantes, por lo tanto busqué algo que jugara con el significado más que la cuestión formal".[banner-AMP_8]