Puig Castellar es uno de los yacimientos ibéricos más importantes de la provincia de Barcelona. Se encuentra al término municipal de Santa Coloma de Gramenet y permite ver las ruinas del poblado que se fundó en este lugar alrededor del siglo VI aC y que fue abandonado probablemente hacia principios del siglo II aC. Un itinerario circular permite llegar pasando por algunos lugares emblemáticos del parque de la cordillera de Marina, como son la fuente de la Encina o el collarín de los Frailes. A las partes más altas del recorrido, las vistas sobre el plan de Barcelona son espectaculares.
Se puede dejar el coche al aparcamiento del barrio de Los Olivos y seguir por una pista señalizada con un hito de color rosa. La pista, ancha y flanqueada por encinas y robles, pasa por una área de esparcimiento, con algunas mesas y una zona de juegos para los niños, y va ganando altura hasta encontrar el restaurante y la fuente de la Encina. En este punto hay una cadena que no permite el paso de vehículos.
Desde el restaurante hay que seguir el camino que sale de fachada y que trae rápidamente a la fuente de la Encina, una de las más emblemáticas del parque. Se trata de un lugar sombrío, muy agradable donde, además de la fuente, hay mesas y bancos para hacer un picnic al aire libre. Entre otras especies de árboles se pueden apreciar un gran platanero, un almez, encinas, pinos, acacias y algún ejemplar de avellano. Desde la fuente hay que seguir la pista que sube haciendo curvas hasta ver la entrada de una antigua mina de galena, a mano derecha y entre la vegetación.
La ruta, que continúa por la pista señalizada que sube hasta el collarín de los Frailes, tiene un desnivel suave pero continuo, así que hay que irlo superandoa paso, sin hacer pausas mucho largas y aprovechando los tramos de sombra. Pronto se llega arriba del collarín de los Frailes, a 135 metros de altura. Este punto presenta una ubicación privilegiada, con una excelente panorámica de la población de Montcada i Reixac, el cerro de los Frailes, la carretera de la Vallensana y los picos del cerro de en Moya o el cerro de en Rata. Un golpe al cuello, vale la pena descansar y coger fuerzas para hacer un tramo con bastante desnivel. Y es que el itinerario continúa por un corriol estrecho y empinado que coincide en este punto con el GR 92. El corriol sube fuerte por la carena hasta llegar a una pista donde se abandona el GR 92 y se continúa hacia la izquierda hasta que se llega a un pequeño cuello con un cruce. En este punto se tiene que ir hacia la derecha hasta encontrar la entrada del yacimiento ibérico de Puig Castellar.
Mirador de Puig Castellar. Barcelona a los pies
Un camino flanqueado por cipreses trae a la entrada de Puig Castellar. Sólo llegar hay un pedró dedicado a Llibert Carulla, impulsor del senderismo a la zona, con unos versos del poeta Màrius Sampere: "Vida o camino, lo coge el andando, y va hacia el fin, no nunca atrás." A tocar del pedró hay un mirador desde el cual se ve toda la ciudad de Barcelona; se distinguen perfectamente, sobre todo si el día está claro, elementos arquitectónicos como la Sagrada Familia, Torres Mapfre o Torre Agbar, y geográficos, como la montaña del Tibidabo o Montjuic. También se contempla toda la ciudad de Badalona, con las características tres chimeneas de la antigua central térmica de Sant Adrià de Besòs.
Un viaje en el tiempo
El yacimiento de Puig Castellar -que se puede visitar siempre que se quiera, puesto que es un recinto abierto- fue un asentamiento de la tribu ibérica de los laietans entre los siglos VI aC y el II aC. Lo descubrió Ferran de Segarra el 1902 y todos los hallazgos arqueológicos se conservan al Museo de Arqueología de Cataluña y al Museo Torre Balldovina de Santa Coloma de Gramenet. Actualmente al recinto de 5000 metros cuadrados se aprecian las pequeñas calles que formaban el poblado, así como algunas recreaciones de las casas antiguas. Un recorrido permite llegar arriba de todo del Puig Castellar, donde hay un mirador con un par de bancos desde donde contemplar las vistas. El retorno en su punto de inicio se hace por el camino que hay entre el mirador y la puerta del yacimiento, bajando a mano derecha. Después de pasar por una torre de vigilancia y hacer un tramo de fuerza bajada se llega al barrio de Can Franqueza. Hay que pasar por el mirador de la calle Menorca (donde se puede coger el autobús 800 hasta el metro), la plazoleta de los Lobos y continuar hasta llegar al barrio de Los Olivos y al aparcamiento.

La fuente de la Encina
Comentarios