Reparto de la obra
Reparto de la obra

V. B.

Dedos de pianista mataronina para musicar la relación entre Mozart y Salieri

La pianista mataronina Cristina Alís participa en la obra 'Mozart, Salieri y el Réquiem inacabado', de Quim Lecina, al teatro Romea

Antonio Salieri siempre ha sido el malo de la película. La imagen del hombre amargado, del artista envidioso del talento de sus colegas, en este caso del inmortal Wolfgang Amadeus Mozart. Una estampa que la literatura, el teatro, y sobre todo el cine (de la mano de Milos Forman) ha esparcido por el imaginario popular. La realidad, pero, no era muy bien esta. "En Quim Lecina siempre dice que Salieri era, en su tiempo, mucho más famoso que Mozart, disfrutaba de más éxito. El qué envidiaba de él era el hecho que estuviera tocado por los Dioses, y no soportaba que el mismo Mozart no diera suficiente importancia a esta situación". Lo explica la pianista mataronina Cristina Alís, recordando las palabras del director de la obra teatral Mozart, Salieri y el Requiem inacabado. Una pieza que se estrenó ayer martes, día 8, en el teatro Romea de Barcelona, y que cuenta con la participación de la misma Alís.

Mozart, Salieri y el Requiem inacabado está inspirada en el texto Mozart y Salieri, escrito en 1830 por Puskin. Un texto que se hacía ressó de una de las grandes "leyendas urbanas" de la época. El envenenamiento de Mozart por parte de Salieri, con el objetivo de eliminar su gran rival. Un rumor sin ningún fundamento, pero que el mismo Salieri propició, ya envejecido e internado en un manicomi, producto de su propio delirio. La obra se articula como un diálogo entre Mozart (Toni Sevilla) y Salieri (encarnado por el mismo Lecina).

Dos personajes al escenario, pero bien lejos de una puesta en escena minimalista: los acompañarán ocho cantantes, que combinarán la faceta de corazón y solistas, y tres músicos: un contrabajo, un clarinete y una pianista, Cristina Alís. "A Lecina le encanta combinar teatro y música", recuerda la mataronina. En anteriores obras del dramaturgo, como Me llamo Erick Satie, como todo el mundo o Maga y el club de la serpiente, el dramaturgo ya había traído a escena cuartetos de violonchelo o formaciones de jazz. Con Alís al frente, los músicos interpretarán una quincena de piezas del Réquiem de Mozart y fragmentos de Don Giovanni, entre otros. "Todas las piezas que interpretamos son arreglos nuevos, más bien reducciones, de las composiciones originales", apunta Alís.

Hasta el 20 de enero, al teatro Romea. Precio: 17-27 euros

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