La ruta de esta semana combina el arte medieval, el del castillo de Catllar, con la construcción humana moderna, la del pantano de Gaià, inaugurado el 1975. Siguiendo un recorrido planer, de 10 kilómetros de distancia, haremos una excursión circular, que tiene como punto de partida y llegada el municipio del Catllar y que pasa por el embalse que recoge el agua del río Gaià.
El Catllar tiene el origen a la Edad Media. La villa se construyó sobre un cerro de 59 metros de altitud, a la orilla derecha del río Gaià y bajo la fortificación que levantaron los primeros señores. De su pasado medieval nos queda el Castillo de Catllar (siglo XI), residencia de los condes de Santa Paloma hasta el siglo XVIII. Antiguamente se accedía en el castillo a través de un puente llevadís pero ya noqueda rastro. Las numerosas guerras y batallas que ha sufrido a lo largo de la historia lo fueron destruyendo.
El año 2002 el Ayuntamiento adquirió la propiedad del edificio, hasta entonces de titularidad privada, e inició los trabajos de excavación arqueológica de su interior y posteriormente los de la suya de recuperación y consolidación. De este modo se ha podido recuperar un edificio histórico emblemático para la población y a la vez ha permitido que el castillo sea la sede del centro de interpretación de los castillos del Bajo Gaià. Así mismo, el castillo forma parte de la Ruta de los castillos de frontera promover desde la Dirección general de Turismo de la Generalitat de Cataluña.
Después de visitar el castillo, dejaremos la parte más histórica de la ruta para empezar a andar en dirección a las afueras de la villa, desde donde cogeremos el camino que nos traerá hasta el pantano de Gaià, situado a unos 5 kilómetros del municipio. Después de atravesar el puente de la riera de Gaià encontramos, a mano izquierda, un desvío que nos indica el camino hacia el embalse. Siguiendo siempre el sender principal llegamos, en poco más de media hora, hasta el pantano. Para subir en lo alto de la presa tendremos que coger un camino que tumba a la izquierda.
El embalse se encuentra a la parte nordeste del municipio, a tocar de los términos municipales de Renau y Vespella de Gaià. Fue construido a mediados de los años 70 para suministrar agua al complejo petroquímico de Repsol. Desde entonces el caudal del río Gaià hasta la desembocadura se ha visto estroncat, y el entorno ha perdido una parte de su encanto natural. Hay que decir, aun así, que el municipio nunca ha renunciado a su recuperación. De hecho, el pasado mes de noviembre volvió a circular agua por el cauce del río Gaià, por debajo de la presa, después de que el río permaneciera seco durando casi 40 años como consecuencia de la construcción del embalse mencionado que suministra agua a Repsol.
Durante estos años, tanto el Ayuntamiento del Catllar como los grupos ecologistas del territorio, de manera especial los del Bajo Gaià, han reivindicado el establecimiento de un caudal ecológico que resolviera las necesidades hidrológicas y ambientales de este tramo del río Gaià, restaurando —aunque parcialmente— el ecosistema fluvial, y evitando el proceso de degradación de la en torno al mismo río. El verano del año pasado, la petrolera Repsol va empezado a liberar agua del embalse del Catllar al río Gaià, cumpliendo de este modo el convenio subscrito con la Agencia Catalana del agua para devolver el caudal natural al tramo final del río.
Seguimos con la ruta. Un golpe dejamos el embalse, el río transcurre encajonado casi hasta el casco urbano de la villa y a pesar de no traer mucha agua, constituye un espacio natural y paisajístico de interés. Cerca del casco urbano, junto a la antigua fábrica papelera, hay una zona húmeda representativa de las comunidades interiores mediterráneas. Al final del embalse nos encontramos con una bifurcación. Tendremos que tomar el camino de la izquierda para volver al Catllar.

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