Judith Vives

Del pequeño mostrador a la tienda virtual

Tres empresarios mataronins nos hablan de su experiencia de ampliación del negocio con la apertura de una tienda virtual a internet

Internet ha cambiado las reglas del juego. El comercio ya no puede girar la espalda en los nuevos canales de abanica que se abren en la red. El negocio ya no se limita a las transacciones que se puedan hacer desde el mostrador. A través del ordenador se abre un gran mercado lleno de incertidumbres, pero también de grandes oportunidades. Esta es la experiencia de tres empresas mataronines.

Dagprints/Cuadrostock
El diciembre pasado, el responsable de la empresa DAG Prints Adam Pérez decidió abrir Cuadrostock. Se trata de la tienda online a través de la cual comercializa los cuadros de impresión digital que hasta entonces había vendido sólo como mayorista diractament a tiendas convencionales. "Con la crisis, la abanica al mayor empezó a ir atrás y entonces empezamos a trabajar con clientes online", explica Pérez. La primera experiencia consistió en el llamado Dropshipment, un sistema de venta on line a través del cual DAG Prints se encargaba de servir pedidos directamente a clientes que habían realizado la compra a través de una web gestionada por terceros. "Vimos que esto tenía éxito y que estaba cambiando el modelo de venta. Se vendía más a través de Internet que no a las tiendas de barrio". Fue entonces cuando se decidieron a abrir una tienda propia. "Traemos muchos años trabajando y ya teníamos la estructura, las máquinas, el taller y los derechos de autor de los cuadros. La única cosa nueva es la marca comercial", explica Pérez, quien no descarta que con el tiempo, DAG Prints y Cuadrostock se acaben fusionando en una sola firma: "La venta al mayor desaparecerá, en cambio la venta online tiene mucho futuro, hay mucho camino para recorrer", asegura Pérez, antes de hablar de Google Adwords y otras herramientas de la red para mejorar el posicionamiento a Internet. "Vender online va acompañado de todo esto, porque si no, ya puedes tener la mejor web del mundo que noentrará nadie", reflexiona este emprendedor que, motivado por el futuro de su negocio, ha decidido incluso apuntarse a un curso de marketing online. "Están cambiando todos los canales de venta", insiste, resaltando que a Internet puede abrir 365 días las 24 horas y ofrecer un servicio muy personalizado donde el cliente pueda modificar colores y tamanys de los cuadros sólo haciendo un click. La aventura de Cuadrostock acaba de empezar pero su creador ya piensa al crecer, al llegar al mercado francés y en Latinoamérica: "Este canal de venta va in crescendo, y a Internet tienes que pensar a nivel global", concluye.

Farmafree
Farmafree fue la primera parafarmacia del Maresme y una de las primeras de Cataluña. Pere Ferrés abrió el primer establecimiento en 95 en la calle Barcelona y cinco años después, al 2000, se va instal•lar también en el Mataró Parco. El 2007, Farmafree entró a internet con una página web propia que, como la mayoría de negocios en aquel momento, servía únicamente para informar a los clientes sobre su catálogo de productos. "Por todo arrey nos llegaba el imput que internet era el futuro", explica el responsable de la empresa, Pere Ferrés. Por eso, no pasó demasiado tiempo hasta que, a finales del 2008, se animaron también a vender on line. A nivel de infraestructura, Farmafree ya disponía de tres puntos de venta (la tercera tienda está a Vista Alegre) y contaba con un almacén donde se podían centralizar los pedidos. Por eso, la expansión del negocio por la red sólo los supuso la inversión inicial para preparar la web y "entrar al mundo de google, que es bastante desconocido". "Hicimos cursos de google y entramos a Google Adwords y a partir de aquí si quehubo un cambio importante", explica Ferrés, que recalca la importancia de conocer las herramientas que ofrece internet y recurrir a profesionales que asesoren en aquellos campos desconocidos. A partir de aquel momento, también, Pere Ferrés delegó en su hija Maria Ferrés la gestión del área virtual del negocio. Tres años después de abrir la tienda online, Ferrés admite que no ha habido una gran rentabilidad económica. "La inversión en tiempo y dinero, y sobre todo en google adwords, se come los posibles beneficios", explica Maria Ferrés, señalando pero que confía en poder aumentar el volumen de ventas para conseguir los primeros resultados. En este sentido,puede contribuir el hecho que los jóvenes que ya han crecido con internet lleguen a la edad de convertirse en consumidores activos: "abarquem un grueso de clientes de entre 25 y 45 años, una parte ya nos está entrando a la tienda y creemos que en unos años nuestro segmento de público se afectará positivamente", valoran.

Auvisa
Como otras muchas tiendas, la primera web que abrió Auvisa, en 2000, servía únicamente de escaparate online, para presentar los productos a sus clientes. Pero hace siete años se decidieron a crear una tienda virtual. "Principalmente vimos la necesidad de llegar además gente que no nos podían comprar físicamente a la tienda", explica Kike Falgueras, que hace una valoración más que positiva de la experiencia. "En los tiempos que corren ya no es necesario, sino imprescindible, tener tienda a internet. No sólo para vender, si no para también darte a conocer y que se vea el catálogo de productos que ofreces, y por supuesto con los precios más competitivos que se pueda", valora. Por eso, considera que una tienda online es una buena opción para ampliar el negocio, a pesar de advertir que "supone un esfuerzo importante en tiempo y dinero", "Pero después, si se hace bien, los beneficios pueden ser grandes", añade, insistiendo en qué lo más positivo es "dar a conocer el que haces, el que ofreces a tanta gente".
Desde Auvisa han comprobado que la tienda online "cada vez tiene más demanda". "Se nota que los compradores confían más al comprar por internet. Supongo que también es porque ya traemos tiempo haciéndolo y es fácil que tengan buenas referencias nuestras", añade su responsable. En cuanto al perfil del cliente que compra por internet, a Auvisa no han detectado grandes diferencias con el que lo hace en la tienda: "a veces es el mismo", comenta Falgueras. "El trato y servicio por internet intentamos que sea como estiércol en tienda, el máximo de bono posible, todo e inconvenientes como la distancia que lo hacen diferente, pero no peor", explica.  

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