Era un amante de las letras, eran su pasión al igual que la vida. En una de las entradas se puede leer "Escribo para no olvidarme", frase que da a entender que escribe para explicar, no por placer, a pesar de que en realidad le apasionara tanto. Insistencia continua en que no sabe hacer otra cosa, pero tenía muy claro que el placer se tiene cuando se lee a otros.
Según se refleja en sus diarios, fue un defensor incansable de los grandes, con Unamuno al frente. En estas páginas aparecen tantos y tantos escritores españoles, catalanes, franceses, rusos, norteamericanos, de los cuales dirá siempre el que realmente piensa. Así hará también con políticos, pintores, directores de cine, filósofos; en definitiva aparecen los intelectuales más importantes de toda la época. En cambio, al referirse a él mismo es también de forma incansable que demuestra la queja, la desilusión, la tristeza de qué: a nadie lo importa el que él piense o escriba; nadie quiere publicar sus obras; los pocos que lo estudian lo hacen como si se tratara de un muerto. Fue un tipo de autor póstumo pero en vida, según sus propias anotaciones, o al menos, así se sentía, y seguramente así fue quizás a consecuencia de su carácter que el lector va descubriendo a lo largo de las páginas del diario. Frente al miedo que tenían la mayoría de intelectuales de decir o escribir desde fuera de España, él no tuvo nunca miedo, y una de sus constantes en el libro es este miedo que tenían las personas de las que escribía algo, a pesar de que no fuera comprometedor; el miedo que tenían cuando el 1972, unos meses antes de su muerte, fue a España por última vez y habló abiertamente, mientras el resto le advertía que quizás el que decía tendría consecuencias para los otros. Voz como por una parte, los de su generación siguen temiendo mucho, y por otra los jóvenes no se interesan por aquel pasado tan horrible, que todavía continuaba vivo, y que según Aub debería de estar presente en un futuro, y no olvidar nunca el que pasaba en España.
En estas páginas se intuye, se ve, se puede casi llegar a tocar, un hombre que trayendo con él una carga tremenda resultado de una vida muy difícil, fue fuerte hasta sus últimos días. A pesar de esta carga, a pesar de su pasado que siempre será su presente, y a pesar de sus diversas enfermedades, estimó la vida hasta el final.
Continuará... El próximo número ... la tercera y última parte.
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