La biblioteca Pompeu Fabra llega al décimo aniversario este mes de noviembre. El equipamiento ha sido un centro de referencia puesto que desde el principio apostó para superar el servicio de préstamo de libros para convertirse en un espacio de información, divulgación cultural y sensibilización ciudadana, siguiendo las pautas de las nuevas bibliotecas de Francia y los países escandinavos. También en el ámbito arquitectónico Pompeu Fabra fue pionera, puesto que el proyecto de Miquel Brullet fue uno de los primeros a construirse con placas fotovoltaicas que han permitido generar electricidad, aire caliente y aire acondicionat. Diez años después se puede decir que la biblioteca ha cumplido con nota su función y ha actuado de elemento dinamizador de cultura en Mataró y de los entornos la plaza Occitania en particular. Pero la biblioteca, esta y todas las otras, se tienen que reinventar de acuerdo con los nuevas prácticas de consumo cultural en las cuales las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental.
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