Los pintores mataronins Màximo Almeida y Alberto Romero Gil han sido seleccionados entre los 16 finalistas de la XLVIII edición de los pulses Fundación Banco Sabadell a la pintura joven. Los premios, organizados por la Fundación Banco Sabadell y la sala Parara, una de las salas de exposiciones con más historia y prestigio de Barcelona, se encuentran entre los más importantes de todo el Estado Español en materia de pintura joven. La sala Parara, nacida hace 125 años, es uno de los estandards de la pintura realista y figurativa actual, frente a tendencias más abstractas y conceptuales que predominan en el arte contemporáneo. Esta tarde se otorgan los galardones en Barcelona, que este año han recaído en Ana Marta Leite Ramos (primer premio), Cristina Rusiñol) y Manolo Sierra (tercer premio).
Màximo Almeida, que tiene 32 años, presentó al concurso una obra denominada La fábrica, que se incluye dentro de la serie Lights, en la cual trae trabajando dos años. Son paisajes nocturnos, donde la luz es la clara protagonista, explica Almeida. La serie Lights representa paisajes tanto urbanos como campestres y sueño marcadamente realistas. Hago pintura figurativa y ahora toco mucho el paisaje. Me inspiro en los referentes que me encuentro por todas partes, al viajar o al pasear, comenta el artista.
Este es el segundo año consecutivo que Almeida es escogido entre los finalistas de los pulses Fundación Banco Sabadell. A pesar de su juventud, la trayectoria del pintor mataroní es bastante destacada: ha expuesto en el espacio Hartmann de Mataró, a la galería Ana Barcons de Comarruga, ha sido finalista al premio Ricard Camino 2005 y ha expuesto en la segunda Bienal de Realismo y Figuración Contemporánea de la galería Clavo de Murcia. Reconocimientos como estos te ayudan a continuar con la lucha. El arte es un camino difícil y sinuoso, asegura Almeida.
Soltar la pincelada
Si por Almeida era el segundo año en que quedaba finalista de este galardón, Alberto Romero (28 años) ya en puerta tres de consecutivos entre los 16 mejores. A pesar de que la obra que ha presentado en la sala Parara es un paisaje, últimamente Romero dedica sus esfuerzos sobre todo a la figura humana, soltando un poco la pincelada, puntualiza. Romero explica que trabaja las cosas que hay en el mío cercando, de una manera sencilla, sin intentar explicar más cosas que las que veo.
Este año, el artista mataroní ha dado un paso adelante en su carrera exponiendo a la galería Juan Amiano de Pamplona, donde recibió un gran éxito de crítica y público. Dice que todo lo qué ha aprendido es gracias a las becas, los cursos y la participación a talleres con artistas como Antonio López. Pasé por la facultad de Bellas artes, pero allá noaprendí , a pintar, asegura.

Maximo Almedia, con uno de sus cuadros en segundo plano
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