El alcalde de Mataró, David Boto, da por cerrada cualquier disputa que pueda haber dentro del gobierno municipal formato por su partido, PSC, y por CiU. La semana pasada se publicó al Periódico una información en la que se aseguraba que había pedido el relevo de Núrica Calpe, regidora de urbanismo, porque ya no confiaba en ella. Días más tarde, Alfons Canela, presidente local del PDeCat criticaba que nadie hubiera desmentido aquellas informaciones. Este jueves Boto no ha desmentido la conversación que supuestamente tuvo con Quim Fernández, ninguno del grupo municipal de CiU, pero sí que ha asegurado que sihabía alguna crisis, está cerrada.
El alcalde critica las declaraciones de la regidora pero considera que se ha reconduit la situación después de la última comparecencia conjunta; todo viene a raíz del asunto de Can Quirze
"Según mi opinión, la regidora Núria Calpe hizo unas declaraciones irresponsables; no se puede hablar con la lleugresa que lo hizo sobre muertos al armario y pensar que no pasará nada para decirlo; creo que esto se recondujo el pasado viernes en la comparecencia que hicimos plegados. Pero la naturaleza de mi queja está en cómo se dijeron las cosas", explicó Boto. El alcalde considera que siendo como fue la regidora responsable de firmar la liquidación de las cuotas de Can Quirze que han generado este lío, no estuvo acertada en cómo planteó el tema en un primer momento. En todo caso, sorprende que Boto cite la comparecencia de viernes como el punto y final a una crisis cuando precisamente la información del Periódico se publicó a posteriori de aquella rueda de prensa.
Boto, además, recordó que los dos partidos estaban trabajando para solucionar problemas arrastrados del pasado y también saliendo adelante proyectos nuevos como el del Café Nuevo. Además, tiró un mensaje a los otros grupos municipales: "Nosotros nos atrevimos después de los resultados de las elecciones".
Quim Fernández defiende el papel de Calpe
Las declaraciones se han hecho en el marco de una rueda de prensa compartida con Quim Fernández, primer teniente de alcalde, y Dolors Guillan, regidora de promoción económica y en ambos casos, regidores de CiU. Fernández quiso defender su compañera después de las palabras de Boto: "todos nos podemos equivocar en la manera de decir alguna palabra que sale en el momento y no sería la más apropiada, entiendo el que dice el alcalde pero defiendo el trabajo de Núria Calpe; hoy por ejemplo hablamos del proyecto del Café Nuevo, que ha tenido un trabajo urbanístico donde ella ha participado; es una muestra del buen trabajo que hace y desde el grupo muestramos nuestra confianza en su área, creo que también la tiene y la mantiene desde el conjunto del gobierno". Más allá, recalcó Fernández, de unas "declaraciones que sí que podían ser desafortunadas".
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