El mataroní Joan Godayol, después de 14 años como obispo de Ayaviri (Perú), ha vuelto a Cataluña. Después de haber dejado la prelatura andina por motivos de salud y después de que la Iglesia peruana no le hubiera querido ofrecer otro destino en este país latinoamericano, el futuro de Joan Godayol todavía resulta incierto. Ante esta nueva situación, la Asociación de Amigos del Obispo Joan Godayol, la impulsora de varios proyectos de solidaridad en esta zona de la meseta peruana, ha buscado una alternativa de acción: la creación de una entidad civil a Ayaviri, denominada Musaq Illary y formada por ciudadanos de Ayaviri y de la confianza de Godayol, la cual actuará como contrapart de los proyectos.
Esta ha sido la mejor alternativa que la entidad mataronina ha encontrado para desencallar el Proyecto de Desarrollo Social de la provincia de San Gabán confeccionado por padre Joan Alonso Bonals y con financiación concedida por varias administraciones locales, entre ellas el Ayuntamiento de Mataró, y que había quedado anulado por varios cambios en la dirección de esta comunidad selvàtica. Después de un reciente viaje de Antoni Castellví y de Joaquim Montserrat, miembros de la Asociación de Amigos del Obispo Joan Godayol, a Ayaviri se ha decidido trasladar este mismo proyecto a Ollachea, una población ubicada a 230 km de Ayaviri y sólo comunicada por pistas forestales. El líder espiritual de esta comunidad, el padre Hedmer Mamani, y el alcalde del pueblo han aceptado con entusiasmo el proyecto, el cual consiste en la construcción de una casa de acogida por los jóvenes de la zona porque puedan recibir educación a la escuela y al instituto y puedan participar en talleres sobre agricultura, mecánica y carpintería.
La entrevista que los dos mataronins tuvieron con el nuevo obispo de Ayaviri, monseñor Kay Martin Schmalhausen, ha sido calificada de cordial por los miembros de la Asociación. Los agradeció el trabajo hecho desde Mataró a favor de la población de Ayaviri estos últimos diez años, los animó a continuar trabajando en la zona pero no los confirmó ningún proyecto concreto. Monseñor Martin forma parte del Sodalício de Vida Cristiana, congregación religiosa fundada en el Perú en 1971, comunidad que le ha ofrecido un buen equipo de colaboradores externos para dirigir de forma centralizada la prelatura, hecho que ha creado nervios y descontento entre los antiguos compañeros de Godayol, los cuales traían años trabajando por su comunidad.
Esta ha sido la mejor alternativa que la entidad mataronina ha encontrado para desencallar el Proyecto de Desarrollo Social de la provincia de San Gabán confeccionado por padre Joan Alonso Bonals y con financiación concedida por varias administraciones locales, entre ellas el Ayuntamiento de Mataró, y que había quedado anulado por varios cambios en la dirección de esta comunidad selvàtica. Después de un reciente viaje de Antoni Castellví y de Joaquim Montserrat, miembros de la Asociación de Amigos del Obispo Joan Godayol, a Ayaviri se ha decidido trasladar este mismo proyecto a Ollachea, una población ubicada a 230 km de Ayaviri y sólo comunicada por pistas forestales. El líder espiritual de esta comunidad, el padre Hedmer Mamani, y el alcalde del pueblo han aceptado con entusiasmo el proyecto, el cual consiste en la construcción de una casa de acogida por los jóvenes de la zona porque puedan recibir educación a la escuela y al instituto y puedan participar en talleres sobre agricultura, mecánica y carpintería.
La entrevista que los dos mataronins tuvieron con el nuevo obispo de Ayaviri, monseñor Kay Martin Schmalhausen, ha sido calificada de cordial por los miembros de la Asociación. Los agradeció el trabajo hecho desde Mataró a favor de la población de Ayaviri estos últimos diez años, los animó a continuar trabajando en la zona pero no los confirmó ningún proyecto concreto. Monseñor Martin forma parte del Sodalício de Vida Cristiana, congregación religiosa fundada en el Perú en 1971, comunidad que le ha ofrecido un buen equipo de colaboradores externos para dirigir de forma centralizada la prelatura, hecho que ha creado nervios y descontento entre los antiguos compañeros de Godayol, los cuales traían años trabajando por su comunidad.