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X. Alomà

El Casal de la Gente mayor de Cerdanyola gana ochenta y tres metros cuadrados

El alcalde dice que se tienen que conseguir más espacios para los abuelos y que de aquí unos años habrá que pensar en un casal nuevo por el barrio

El Casal Municipal de la Gente mayor de Cerdanyola cuenta desde febrero con ochenta y tres metros cuadrados más de espacio. “Se tienen que conseguir nuevos espacios para los abuelos”, dijo el alcalde, Joan Antoni Baron, durante el acto de inauguración de las obras de ampliación del Casal, que tuvo lugar viernes por la tarde. “El casal ya se ha quedado pequeño hoy mismo y de aquí dos o tres años tendremos que pensar en uno de nuevo”, añadió el alcalde.

La asistencia masiva de personas a la inauguración dio la razón a Baron. Al Casal, situado en el Centro Cívico de Cerdanyola –conocido como Can Morros- nocabía ni una aguja. “Veo que ha venido mucha gente, incluso muchos que no conozco”, aseguraba Maria Teresa Giménez, una vecina de Cerdanyola asidua al Casal. “Hoy he venido a bailar!”, confesaba. “Vengo a bailar cada jueves, sábado y domingo por la tarde. Y si al casal hicieran baile más días, también vendrían!”, exclamó. Las sesiones de baile son una de las actividades que se pueden realizar al Casal, así como juegos de mesa o talleres de alfabetización e informática o talleres de memoria dirigidos a personas que sufren enfermedades degenerativas.

“Los últimos años hemos pasado de los casales de abuelos tradicionales, para hacer el café o jugar a cartas, a unos equipamientos para gente mayor, que los permiten pasar todo el día haciendo varias actividades y dónde incluso pueden comer”, remarcó Oriol Batista, regidor de Servicios Sociales, durante el acto. “Queremos que todo el mundo pueda disfrutar de los casales y fomentar un envejecimiento activo”, añadió.

Las obras de ampliación empezaron el junio de 2005 y han consistido al hacer una construcción de 83 m2 que ocupa parte del patio que el casal tiene hacia la plaza contigua. El nuevo volumen se anexiona al casal a través de la ampliación del lluernari existente, hecho que ha permitido conseguir una mejor natural del recinto. También se ha ampliado el sistema de calefacción y se han mejorado las condiciones de accesibilidad: se ha cambiado el pavimento exterior del casal y se ha sustituido el escalón existente por una rampa. En cuanto a los servicios sanitarios, se han construido nuevos lavabos para los hombres, puesto que los que existían hasta ahora se han destinado sólo en las mujeres.

Los usuarios del Casal se mostraban satisfechos con el resultado de la ampliación, pero sóloencontraban una pega: la incomodidad que suponen las columnas situadas a la entrada del nuevo espacio. “ tendrían que haber puesto una viga de lado a lado, pero en general no tengo quejas”, dijo Maria Teresa Giménez. “La remodelación está bien, pero estas columnas tendrían que ir fuera porque hacen estorbo”, comentaba Diego Marín, que acut al Casal siempre que te tiempo para hacer el café y unas partidas de cartas y dominó con los amigos.

El recuerdo también impregnó el acto de viernes. Joan Antoni Baron, que creció a Cerdanyola explicó que años atrás “teníamos pocas cosas”, pero admitió que “a pesar de que tenemos que pensar en el que teníamos antes y hay que celebrar los equipamientos que ahora tenemos, tenemos que prever qué necesitaremos de aquí unos años: cada vez hay más gente mayor y se los tiene que atender mejor”. Por este motivo, según anunció el alcalde, los días 18 y 19 de mayo tendrá lugar el primer Congreso de la Gente mayor de mataró, con el objetivo que los mismos afectados definan el modelo de atención de la gente mayor a los casales de abuelos.

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