La celebración del final de curso al CEIP Menéndez y Pelayo se tiñió, el pasado miércoles, día 20, de una significación especial. Y es que la escuela ha iniciado un proceso de cierre progresivo de las instalaciones que tendrá que culminar de aquí a tres o cuatro años, con el traslado de los alumnos que queden a la nueva escuela Joan Coromines que se está construyendo en la zona de Hace falta Collut. De momento, este año la escuela ya no ha hecho matriculaciones para la única de línea de P3 y en los próximos años se irán cerrando las líneas superiores. El hecho que muchas familias aprovechen que nohabrá P3 en el centro para cambiar de escuela a los hermanos grandes precipitará este proceso, según explica la ninguno de estudios del centro, Montse Ciruela.
Según Ciruela, no se trata estrictamente de hacer un traslado de toda la escuela al nuevo edificio de Hace falta Collut, tal y cómo si que se ha hecho, por ejemplo, con la nueva escuela Anxaneta, sino de realizar un cierre progresivo de un edificio que ha quedado obsoleto, con pocos recursos y servicios. Ciruela ejemplifica la carencia de servicios del centro con el hecho que, actualmente, el parvulario y el resto de la escuela están en dos edificios independientes a las calles Rocafonda y Alarcón, hecho que comporta algunas incomodidades a la hora de servir las comidas a los menuts.
La construcción del nuevo CEIP Joan Coromines ha facilitado la presa de esta decisión puesto que los alumnos de Menéndez y Pelayo podrán beneficiarse de una escuela nueva mejor que la que tenemos dentro del mismo barrio. Actualmente, la escuela cuenta con 178 alumnos, 19 de los cuales de P3.

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