En el libro "Cementerio de los Caputxins" sepuede encontrar toda su larga historia que se inicia a principios del siglo XIX hasta el día de hoy. Ilustrado por magníficas fotografías de Ramon Manent que nos ofrece perspectivas inéditas. Se considera que es el lugar más discreto y desconocido de la ciudad y que había que hacer y dar a conocer su historia y los suyos y secretos y encantos.
El Cementerio de los Caputxins fue fruto de la Real Cédula de Carles III de 1787 por la que se prohibía seguir enterrando en las iglesias y trasladar los cementerios fuera de las poblaciones. La parroquia de Santa Maria adquirió a principios del siglo XIX los terrenos situados al convento de los Caputxins donde ubicar el nuevo cementerio católico. El arquitecto Miquel Chaparral y Roca, por encargo de la parroquia propietaria, diseñó el que sería el Cementerio de los Caputxins: "hace un planeamiento modélico, de ritmo neoclásico, que se adapta perfectamente a la difícil topografía del terreno", según dice al prólogo Manel Salicrú.
La parte más antigua es la explanada superior (dondeasesinaron al Dr. Josep Samsó). Una escalinata que hace de eje central une las dos explanadas, la superior y la inferior, y reparte a ambos lados las islas de entierro.
El año 1876 y por Real decreto se aprueba hacer un Cementerio Municipal donde enterrar la gente no bautizada, los abortos o los que no deseaban ser enterrados en uno de católico. Y que se conocía como cementerio de los "espiritistes" o también de los "protestantes". Una pared los separaba. Durante la II República, pero, se abrió una puerta de acceso para volverlos a separar por la posguerra en 1939.
La primera ampliación fue la del año 1944 con la Sección Nueva, a la derecha de la explanada inferior. La segunda fue por los años 60 del siglo XX y la tercera a los 70 fruto del crecimiento vegetativo que sufrió la ciudad cuando Mataró había pasado de tener 34.000 habitantes (1955) a los casi 100.000 del 1975. La saturación del cementerio era muy patente y había que hacer uno de nuevo.
El año 1982 la Parroquia de Santa Maria lo ofrece en el Ayuntamiento porque sehaga cargo. Y en 1987 se vuelven a comunicar los dos cementerios el católico y el municipal. A partir de entonces sólo sería un único cementerio para todo el mundo sin distinción de ninguna clase. Y en 1992 el Ayuntamiento acuerda construir uno de nuevo que se diría Cementerio de las Valls, al barrio de Cereza.
Desde el año 1996 el Cementerio de los Caputxins está sufriendo una restauración integral para recuperarlo y restaurarlo de la cual seencargan los arquitectos Agapit Borràs y Mariona Gallifa. Entre otros reformas se está ordenando que los ramos de flores estén entre el vidrio exterior y la lápida evitándose así la propagación del mosquito tigre.
A partir del mes de abril del 2012 funcionan hornos crematorios al Cementerio de las Valls donde también hay el ámbito "Memorial de las cenizas", donde sepueden depositar los restos en un depósito comunitario.
La incineración de cadáveres a lo largo de la historia siempre ha contado con la oposición de la iglesia católica bueno y las corrientes de propiciar la incineración. Con el paso del tiempo se va imponiendo la cremación hasta llegarse actualmente al 42% del total de difuntos en Mataró.
El Cementerio de los Caputxins también se merece hacer una visita para admirar los panteones de estilo neogótico, neoclásico, modernista o los hierros forjados de gran calidad. Artistas como Frederic Marés, Jordi Arenas, N. Carulla o Jordi Puiggalítienen estatuas o medallones que realzan panteones o nichos.
Otro aliciente es saber donde están enterrados personajes ilustres o populares de Mataró cómo por ejemplo: Josep Puig y Cadafalch, que fue eminente arqueólogo, estudioso del arte románico, arquitecto y Presidente de la Mancomunidad de Cataluña; Joan Peiró, destacado dirigente anarquista y ex-ministro de Industria; Terenci Thos y Codina, abogado, político y escritor; Antoni Comas, catedrático de Literatura Catalana; la poetessa Mercè Sala, Rita Ribas, fundadora de las Aulas Sénior o la empresaria Assumpció Clavel. El escritor Joaquim Casas o el polifacético Lluís Terricabres "Terri"; el popular pescador Domingo Castellano "El Firme", el padre Joan Herrero, etc. etc.. También hay los muertos de la Guerra Civil, del bando nacional, o los de las Brigadas Internacionales en defensa de la República. O los cinco aviadores de la RAF muertos de accidente al mar en 1944.
El Cementerio de los Caputxins merece ser "descubierto" y visitado. Quizás sería adecuado montar visitas guiadas con objeto de descubrir sus secretos y sus encantos.
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