El cierre de la Riera de Mataró al tránsito hace aguas

El vídeo que encabeza esta noticia fue grabado viernes 27 a las 3 del mediodía pero podría corresponder a cualquiera otro día lectivo a primera hora de la mañana o al atardecer. En un tramo de la Riera de Mataró, un vial teóricamente cerrado al tránsito rodado y dónde como máximo se puede circular pero no estacionar (en teoría) en unas ciertas franjas horarias hay un colapso importante. Más de 40 coches, muchos de ellos estacionados. Cola consecuente en la calle de Sant Josep. Una imagen a las antípodas de la Riera para peatones que se quería cuando a inicios de año el Ayuntamiento anunciaba que la apuesta para blindar el centro como espacio para peatones iba en sèrio.

El cierre de la Riera a los coches empezó con el pie izquierdo y 10 meses después se puede bien decir que hace aguas durante diferentes franjas horarias. Si ya desde el anuncio del endurecimiento de las restricciones de acceso rodado surgieron reticiències como las de transportistas, propietarios de bares y restaurantes o la comunidad educativa del Corazón de Maria (por la cual se cambió el criterio anunciado 24 horas después de entrar en vigor) a posteriori la Covid-19 y su larga y persistente sombra han hecho atrás el propósito.

El Ayuntamiento de Mataró decidió dejar en suspenso la aplicación del cierre en motivo del confinamiento primero, en una decisión en sentido contrario a la otros ciudades que entonces blindaron la apuesta por el peatón. Después, ya con el nuevo curso y los protocolos de acceso a los centros escolares, los centenares de coches que acceden al circuito se supone que para peatones de Sant Josep-La Riera estacionan en muchos casos durante minutos, con padres esperando que a los hijos se los tome la temperatura a la entrar o que los hijos salgan escalonadamente a las horas de salida. El colapso de la Riera en las horas de entrada y salida escolar es evidente y se asimila al mismo episodio que se vive a casi todos los centros escolares de la ciudad con el agravante que se produce en territorio de limitación. En teoría, el Ayuntamiento anunció que se permitiría el acceso de madres y padres del Corazón de Maria sólo hasta junio, pero con el primer trimestre de curso 2020-21 la estampa se sigue repitiendo cuatro golpes a los día y cinco días por semana.

Pilones bajadas y aparcamiento tolerado

El deshecho de la apuesta para sacar el coche del Centro lo complementa el hecho que las pilones que restringen el acceso estén bajadas durante muchas más horas de las que, en teoría, se establecen y están anunciadas. Entre las incidencias sobre estos dos elementos y el coste de su mantenimiento, las tres pilones que restringen los accesos al casco antiguo cómo son las de Sant Josep, calle de en Molas y Portal de Valldeix es habitual que estén bajadas casi de forma preventiva o general, no cumpliendo con su propósito de cerrar la zona al tránsito fuera de los horarios establecidos.

De retruque, el tránsito de coches es evidente y también se toleran imágenes de aparcamientos en superficie que teóricamente no se tendrían que producir. Es habitual que la Plaza del Ayuntamiento sigue siendo aparcamiento de decenas de coches en horarios punta pero también es habitual, a la propia plaza o en espacios como la Plaza de Santa Maria, de volver a ver coches estacionados, fuera de horas. Incluso en días no lectivos como sábados y domingos.

Los propósitos

Cuando el Ayuntamiento anunció el cierre más restrictivo al tránsito de la Riera lo enmarcó en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Mataró, aprobado inicialmente en diciembre de 2018, y afirmaba que también era una de las medidas derivadas de la implantación del Plan de Impulso al Centro (PICO), que tiene por finalidad reactivar esta zona como eje comercial y cultural, ofreciendo un espacio dinámico y atractivo para las personas.

A punto de acabar 2020 se puede decir que el objetivo pretendido entonces de acabando con la permisividad en cuanto al estacionamiento a La Riera, en la plaza del Ayuntamiento y al resto de calles de la zona Centro ha hecho aguas.