El Cruilla ofrece una intensa noche de ‘ragga’ con Morodo

Cerca 1.200 personas se reunieron el pasado viernes, día 13, para presenciar la actuación del músico madrileño Morodo que, acompañado por la backing band barcelonesa Rankin'Soldiers, hizo bailar a todo el mundo con sus ritmos de reggae e hip hop, una fusión conocida como ‘ragga'. Una noche en que el Cruce de Culturas 2007 se abrió de pleno a la música de raíz jamaicana.

La noche empezó con los mataronins The Cabrians. Con una gran puesta en escena, los músicos mataronins hicieron mover una parte del público con su ska clásico, interpretando sus temas mas conocidos como Babazooka, Boogie Hot o Dance Cleopatra. Se atrevieron también con una versión ska del famoso cantante country Johnny Cash.

Desprendido de que los teloners locales intentaran calentar el ambiente, a pesar de que en general el público no los correspondió (su propuesta quizás no era la más adecuada como teloners de la noche, a pesar de su buen concierto), el escenario recibió a la backing band barcelonesa Rankin'Soldiers y al artista malagueño Little Pepe. El conjunto y el músico protagonizaron los primeros compases del concierto, hasta que Morodo salió al escenario, coreado por los gritos y los aplausos del público, que esperaba impaciente la actuación del cantante madrileño.

Éxitos y versiones
Durante toda la noche se pudieron sentir al campo de Cerdanyola un repaso de éxitos de la discografía de Morodo, y algunas versiones otros artistas de Ragga. Babilonia, Más Yama o La yerba del rey, fueron canciones muy coreadas, y se notaban los ánimos del public, que acompañaban al cantante con los brazos levantados, y con los mecheros y movils encendidos. Little Pepe formó durante toda la noche un gran tándem con Morodo, aportando un contrapunto más melódico con su voz. El artista madrileño aprovechó también para presentar una canço nueva que incluirá en su próximo y esperado disco, que todavía se encuentra en fase de producción. En total, más de una hora de concierto que hizo las delicias del público, venido tanto de Mataró cómo de diferentes puntos de la geografía catalana. Más de mil personas que disfrutaron al Cruce de uno de los pocos conciertos que Morodo ofrece este verano.