Bada, con su mujer, en un momento de la sesión de trabajo.
Bada, con su mujer, en un momento de la sesión de trabajo.

Joan Salicrú

El futuro pasa por Bruselas

Capgros.com sigue un encuentro del grupo de trabajo sobre Textil del Parlamento Europeo en que participa el mataroní Xavier Bada

El futuro del textil pasa por Europa. Es el mensaje que transmite el empresario mataroní Xavier Bada una y otra vez cuando se le pide por las perspectivas del sector. Bada, que ha sido parlamentario por Convergència i Unió, tiene muy claro que hay que incidir de la manera que sea a las instancias europeas, que son las encargadas de negociar con las potencias emergentes del sector del textil como la China.

La situación actual es que, fruto de la desaparición de los contingentes que impedían una entrada masiva de textil proveniente de este país el 1 de enero de 2005, el sector ha sufrido una bajada todavía más fuerte todavía de la que ya sufría hacía tiempo. Una decisión, obviamente, no tomada desde los centros de decisión estatales sino desde la Comisión Europea –el embrión de gobierno de la Unión Europea–, que negoció con la China la desaparición de estos aranceles a cambio que la potencia asiática abriera también las barreras arancelarias a otros sectores productivos, como por ejemplo el del alta tecnología. Ahora, el sector europeo del textil –que es el segundo sector manufacturer en ocupación a toda la Unión Europea– reclama «reciprocidad» y, por lo tanto, poder vender también en la China «productos de alta calidad y con valor añadido», la única alternativa que parece que permitirá la subsistencia del sector.

Los empresarios mataronins agrupados bajo el paraguas de Asegema no tienen suficiente influencia para dirigirse directamente a la Comisión para hacerle estas demandas pero sí que trabajan –y fuerte– con el Parlamento Europeo, que en no tener una función estrictamente legislativa –corresponde básicamente a las cabezas de estado y de gobierno cuando se encuentran a los consejos europeos– se dedican a presionar la Comisión.

Una de las maneras de hacerlo es mediante un grupo de trabajo que coordina el eurodiputado socialista valenciano Joan Calabuig. La última sesión de este grupo de trabajo, que se ha reunido ya varias veces, tuvo lugar el pasado jueves, día 23 a la sala 3G2 del Parlamento, ytomó parte Xavier Bada, como en otros ocasiones. En las dos intervenciones que Bada hizo en la sala donde tenía lugar la reunión, el mataroní se refirió insistentemente a la preocupación de las empresas locales por la pérdida de puestos de trabajo en el sector, puesto que se calcula que los últimos años en Europa se han perdido un millón de puestos de trabajo sólo en el textil. «La situación actual es gravísima; nos encaminamos hacia una base económica únicamente de servicios», dijo en castellano Bada, palabras que eran traducidas a las otras cuatro lenguas –italiano, inglés, alemán y francés– en que se podía seguir la sesión. «No puede ser que hablamos sólo en términos de Europa económica, tenemos que pensar también en la social», dijo en otro momento.

En la sesión, presidida por Calabuig mismo , tomaron parte William Lakin, el director general de la asociación europea de empresas textiles, EURATEX; la danesa Betina Simonsen; la francesa Maryline Bellieud-Vigouroux, presidenta del Instituto Modo Méditerranée; y Antonio Abril, director general de Inditex, que ofreció un pompós publireportatge sobre la evolución de la empresa, que tiene un centros en Tordera.

«Estamos trabajando porquehaya reciprocidad con relación en la China. Queremos traer las esperanzas del sector al Parlamento», dijo Calabuig para cerrar la sesión. El eurodiputado ha asumido el relevo en la defensa del sector después del trabajo hecho por la democristiana Concepció Ferrer en la última legislatura. Parece, pues, que al menos los representantes catalanes y españoles en el Parlamento Europeo se toman seriamente la defensa del sector. Ahora hace falta que mueva pieza la Comisión Europea, el portavoz de la cual en temas de comercio, Peter Power, insiste en la cantarella de «el alto valor añadido» y asegura que se está negociando con la China porque en un futuro también las empresas textiles europeas puedan vender sus productos al país asiático.

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