El gobierno local de David Boto consiguió jueves, día 22, la aprobación inicial del Presupuesto de 2017 con cierta comodidad. A los votos de los dos partidos que conforman la coalición que gobierna en la ciudad, PSC y CiU, se le sumó Ciutadans, que votó a favor, y también la abstención tan de PP cómo de ERC. La anécdota la protagonizó la representante de Plataforma por Cataluña, Mònica Lora, que a pesar de haber defendido en su intervención que votaría en contra de los presupuestos, cuando fue el momento de levantar la mano se abstuvo por error. El alcalde cambió la orden de votación previsto inicialmente y esto provocó la confussió de la regidora. El secretario anotó en acta que la posición política del partido era contraria (aunque un golpe hecho el voto no se podía cambiar el signo del mismo). Sólo ICV, Queremos y la CUP, por lo tanto, votaron en contra.
El regidor de servicios centrales, Juan Carlos Jerez, defendió la propuesta de presupuestos conjuntamente con la aprobación definitiva de las ordenanzas fiscales, que también salieron adelante gracias a los votos favorables del gobierno, Ciutadans y el PP y con la abstención de Queremos y Esquerra. En la defensa del presupuesto se destacó que era el primero "en mucho tiempo" en el que se incorporaba inversión, gracias al "rigor de los últimos años y la eficiencia" en la gestión del ayuntamiento. Eso sí, Jere destacó algunas premises que se tenían que seguir: "mantener un escenario de moderada recuperación económica y mantener el objetivo de acabar el mandato con una deuda pública del 75-85% (actualmente se encuentra en el 95%". El presupuesto se aprobó inicialmente con un total de 134 millones previstos, un 7,07% más que el año anterior.
Como socios de gobierno, CiU quiso destacar el "clima" que hay al consistorio que permite "hablar y estudiar los temas que todos consideramos relevantes". Quim Fernández definió así los presupuestos: "son realistas pero ambiciosos, valientes pero no temerarios; hacen hincapié a las prioridades de Mataró".
La mayoría de partidos celebró los cambios en las ordenanzas fiscales, como la subida del IBI a sólo un 1% o el 3,75% en IAE
Después de varias intervenciones, la -poca- sorpresa que podía haber para descifrar qué acuerdos había conseguido el ejecutivo de Boto quedaron claros cuando fue el turno de Juan Carlos Ferrando, portavoz de Ciutadans . Afirmó que aprobarían inicialmente la propuesta porque "no podemos negar que nos gustan las líneas que marcan, a pesar de que no lo aceptaremos de manera definitiva si se presenta tal y cómo está ahora". Consideran que harán falta signos "inequívocos" del gobierno en querer luchar contra el paro y ayudar a la supervivencia de los centros comerciales porque le den el apoyo definitivo. También votaron a favor de las ordenanzas entendiendo que se han aceptado muchas de sus alegaciones y que se ha rebajado la presión fiscal a la ciudadanía.
Antes, el PP con Jose Manuel López al frente ya había dejado entrever que se abstendrían en la votación del presupuesto: "Son intenciones que después tenemos que ver si se cumplen o no, y celebramos la apuesta por las inversiones después de los esfuerzos que hemos hecho todos juntos; desde 2012 estamos castigando a la gente con más impuestos, menos servicios y peores equipamientos". López también se mostró satisfecho por varios puntos de las ordenanzas fiscales que votaron a favor por la anulación de la subida del IBI, por las bonificaciones en plusvalías cuando alguien hereda una vivienda habitual por muerto de un familiar y el plan previsto para mejorar y rehabilitar viviendas.
Esquerra, por su parte, anunció su abstención en las ordenanzas fiscales. Por un lado, agradecieron la congel·lació del IBI, pero por la otra reclamaron un pacto que "determine la presión fiscal que tiene que soportar un ciudadano y detallar un techo máximo de estos impuestos para el futuro". Los independentistas fueron mucho más críticos con el presupuesto: "no ha habido tiempo material para examinar las partidas más significativas", lamentó Francesc Teixidó. Por eso, decidieron abstenerse hasta que pudieran "estudiar los proyectos, donde van las inversiones y si estamos de acuerdo o no en las asignaciones previstas".[banner-AMP_5]
ICV, CUP, Queremos y PxC, en contra
VoleMataró se abstuvo en las ordenanzas pero votó en contra de los presupuestos. En el primer caso, consideraron "razonables" las cifres datos en impuestos como el IBI, y celebraron que el gobierno hubiera sido abierto a dialogar y debatir para mejorarlas durante estas semanas. A pesar de que consideran, en palabras de Montse Morón, que "falta hacer un esfuerzo más importante", vieron con buenos ojos algunas de las propuestas hechas. En cambio, en los presupuestos anunciaron su voto negativo a las primeras de cambio: "no son ni presupuestos participados ni sociales, y tampoco nos gusta la distribución, hay demasiado dinero a mejoras deportivas cuando tenemos otras prioridades".[banner-AMP_6]
La principal crítica de los partidos que votaron 'no' al presupuesto se centra en la distribución de las inversiones: consideran que hay una partida demasiado grande por equipamientos deportivos y que hace falta más inversión en temas sociales
En una línea similar se habían expresado antes tan la CUP como Iniciativa. Los ecosocialistas explicaron que querían unas ordenanzas fiscales "más progresivas donde pague más quienes más tiene", a pesar de que entienden que se encuentran en medio de una normativa "inflexible". Se mostraron a favor del IBI, agradecieron el esfuerzo del gobierno y reclamaron que la tasa del vado que se quiere recuperar se haga ya en los cercanos dos años. Finalmente se abstuvieron en las ordenanzas, pero votaron en contra de los presupuestos. "no tienen partidas suficientes para rescatar a las personas más vulnerables, y ahora que en muchos años podemos hacer inversiones llama la atención que dedicamos tanto dinero a arreglar instalaciones deportivas y sólo haya un 4% a promoción social", dijo Esteve Martínez, que añadió: "no podemos destinar 100.000 euros para poner césped artificial en un campo de fútbol cuando tenemos familias que no pueden pagar la luz".[banner-AMP_7]
La CUP se posicionó en la misma dirección. "El presupuesto no da respuesta a las emergencias sociales, no reactiva el tejido productivo local ni tampoco la cultura; votaremos que no por tres grandes carencias: no es participativo, no se cuestiona la deuda que pagamos ni tampoco plantea una gestión pública al 100% de los servicios municipales", espetó Juli Cuéllar. El dirigente independentista puso como ejemplo Badalona, donde "se han destinado 14 millones de euros porque se decida entre la ciudadanía a que se destinarán". [banner-AMP_8]
Por último, Plataforma por Cataluña anunció que no apoyaría ni a las ordenanzas ni en los presupuestos. Mònica Lora reclamó cambiar los criterios para obtener ayudas, priorizar políticas sociales y "acabar con las ayudas de discriminación positiva". Lamentó que no se hubieran tenido en cuenta las alegaciones que presentaron a las ordenanzas y aseguró que "no podemos dar un cheque en blanco como hacen otros partidos, que aprueban a la ligera y le ríen las gracias al gobierno".[banner-AMP_9]