Judith Vives

El holocausto a los ojos de un niño

El éxito editorial de la novela de John Boyne El niño cono el pijama de rayas hacía presagiar que tarde o temprano, este relato enmarcado en la alemana nazi y el holocausto de trasfondo llegaría a la gran pantalla. La adaptación cinematográfica ha llegado, más bien que tarde, de la mano del británico Marc Herman, que ha contado con la complicidad y la implicación directa de Boyne en este proyecto.

El film, que obtuvo una sonada ovación en su presentación el pasado viernes día 18 al Festival de San Sebastián, se ajusta al espíritu de la novela -inicialmente planteada para un público juvenil- y difícilmente decepcionará a sus lectores. La película, de narrativa clásica, realización funcional e interpretaciones justetes pero correctas, ofrece una mirada infantil al horror del holocausto, a través de la amistad -y la solidaridad- entre un niño alemán, hijo de un militar nazi, y un niño judío cercado en un campo de concentración.

La inocente ignorancia del pequeño alemán ante los hechos terribles que es incapaz de comprender, emparenta lejanamente este film con La vida se bella, de Roberto Benigni. El niño del pijama de rayas, pero, profundiza en otro tema interesante, el de la reacción de la propia sociedad alemana ante una situación que intenta negar, el exterminio de los judíos. Una negación que responde a la dificultad de aceptar una realidad tan terrible, pero sobre todo –según se puede entender del film- por el miedo a las posibles consecuencias de levantar una voz crítica.

Se agradece que el film huya de truculències y que no caiga tampoco en sensibleries, y que sea basta valiendo para cerrar la historia con un final absolutamente impactante, rodado con gran elegancia, pero sobre todo, con la voluntad, aunque sea a la manera de una gran producción, de revolver la conciencia.

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