Las alarmas se dispararon el fin de semana del 24 y 25 de octubre al Hospital de Mataró, cuando en cuestión de horas se dobló la cifra de pacientes ingresados por Covid. El repunte brutal llenó de un día por el otro la UCI apenas ampliada, obligó a habilitar tres nuevas unidades del Hospital para pacientes Covid, a cambiar de lugar las urgencias pediátricas, de cirugía y de traumatología, y a trasladar personal sanitario otras áreas del hospital para centrarse en la pandemia. Todo ello, mientras Mataró marcaba tasas de riesgo de rebrote récord, por encima de los 2.000 puntos. "Parecía que hubiéramos regresado al mes de marzo" explica Ramon Boixadera, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital de Mataró. La situación en el centro sanitario era tan insostenible que el propio Boixadera reclamó que en Mataró se aplicara un confinamiento domiciliario de 15 días para frenar los contagios y los ingresos. Por suerte en estas dos semanas las cifras se han reducido y se ha podido para el golpe. Boixadera alerta, pero, que la presión asistencial sigue muy elevada en el Hospital, especialmente a la UCI, y que con la llegada del invierno "nos esperan tres o cuatro meses muy duros".
En las últimas tres semanas han muerto 45 pacientes por Covid
Según los datos facilitados este martes por el Consorcio Sanitario del Maresme, el Hospital de Mataró cuenta con 116 pacientes Covid ingresados, 19 de los cuales en la UCI y 9 trasladados en el Hospital de Santo Jaume. Durante la última semana habido 15 defunciones causadas por el coronavirus. Cifras muy graves -han muerto 45 pacientes por covid en tres semanas- pero que se han estabilizado después del preocupante crecimiento experimentado a finales de octubre y que han obligado a tomar medidas de choque. "Hemos tenido que destinar profesionales otros servicios a las nuevas unidades Covid, esto implica que tenemos dermatólogos, cardiólogos, traumatólogos y pediatras tratando pacientes con el virus", destaca Boixadera. Vestir un santo para desvestir otro; hay otros ámbitos del hospital que debido a esto han perdido profesionales sanitarios y ya se ha tenido que cerrar quirófanos, cancelar intervenciones quirúrgicas no urgentes y priorizar la cirugía ambulatoria, que no requiere ingreso
Desde el Hospital esperan que no haya que ir más allá y no se repita la situación vivida durante marzo, cuando se tuvo que parar casi toda la actividad asistencial ordinaria no esencial para hacer frente a la pandemia. "Si volvemos a vivir un pico como el de hace unas semanas tendremos que posponer la cirugía no urgente", constata la cabeza de medicina interna. Pero con la lección aprendida de la primera oleada, al Hospital tienen claro que lucharán para mantener la actividad ordinaria tanto como sea posible. "Hoy somos conscientes e las consecuencias de aquel hecho: retrasos en el diagnóstico de enfermedades importantes, pacientes crónicos a quienes no se podía atender o que no venían a consulta por miedo a contagiarse... No podemos parar la actividad no-Covid", resuelve Boixeda.

Profesionales sanitarios de la UCI del Hospital de Mataró. Foto. Jordi Pujolar
19 de las 22 camas de UCI están ocupados por pacientes Covid
La situación a la UCI es especialmente preocupante, puesto que 19 de las 22 camas disponibles están ocupados por enfermos Covid. Por suerte el Hospital inauguró el 1 de octubre pasado la ampliación de 8 camas destinadas a pacientes críticos, pero parece que hace corto. "De manera coyuntural podemos convertir camas de hospitalización en camas de UCI, según la demanda" explica Boixeda, a pesar de que el problema no es tan de infraestructura como de personal: "cada nueva cama necesita personal de enfermería y auxiliar, y para traerlo a la UCI hay que sacarlo otros lugares como los quirófanos; aquí es donde podemos afectar la actividad quirúrgica programada". De esta situación se extrae uno de los principales problemas que afrontan ahora mismo hospitales como el de Mataró: la carencia de personal. Según Boixeda, no es una cuestión de recursos económicos, sino de falta de profesionales calificados disponibles. No hay bastante médicos ni, especialmente, enfermeras.
La prioridad es mantener la actividad sanitaria más allá de los pacientes Covid
En las últimas semanas el Hospital de Mataró ingresa diariamente de media unos 10 pacientes por Covid, a pesar de que el ritmo de altas también es similar. Esta estabilidad corre peligro en los próximos meses, con la llegada del invierno. "Tenemos que estar preparados, porque venden meses complicados, el coronavirus se siendo cómodo con las temperaturas frías, tendremos los casos de gripe con patologías similares a la Covid, y los pacientes con patologías respiratorias crónicas se acumularán a urgencias". El reto es poder hacer frente a esta realidad sin desatender el resto de pacientes. "No podemos cerrar la consulta ambulatoria estratégica como la del hospital de día, o las consultas monográficas de pacientes específicos y graves, ni las especialidades con tratamientos ambulatorios intravenosos mensuales... todo esto se tiene que mantener como sea", resuelve Boixeda.
El CAP de Rocafonda, barrio que acumula más casos en Mataró. Foto: R.Gallofré
El riesgo es que a este panorama se sumen rebrotes puntuales como el de finales de octubre que pusieron el Hospital al umbral del colapso, coincidiendo con los días que Mataró era una de las cuatro ciudades con la tasa de riesgo más elevada de Cataluña. Por qué se dio esta situación? La cabeza de medicina interna del Hospital señala como uno de los factores el aumento exponencial de casos vivido a los barrios de Rocafonda y Cerdanyola. "Hay un grueso de población en estas zonas que, por motivos económicos o culturales, tiene más dificultades para cumplir con el aislamiento domiciliario", destaca.
El invierno, con la gripe y el descenso de temperaturas, complicará mucho la situación
Boixeda apunta que las acciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento en estos barrios, especialmente con la tarea de los mediadores interculturales, han estabilizado la situación. Y al conjunto de la ciudad, se han notado las restricciones implementadas por el Ayuntamiento y la Generalitat en los últimos días, hasta el punto que la tasa de rebrote ha bajado más de 1.000 puntos. Por este motivo desde el Hospital de Mataró, al contrario que hace una semana, ya no creen que haya que implementar el confinamiento domiciliario en la ciudad. Alertan, pero, que hay que ir mucho con cuenta y mantener las restricciones, con un horizonte a corto plazo que no se presenta nada fácil por la llegada del invierno.
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