Sala Parara es una de las galerías más prestigiosas de Barcelona, un punto de referencia para los amantes de las nuevas tendencias de la figuración contemporánea. Una corriente a la cual se inscribe el pintor mataroní Alberto Romero. Sus paisajes de entornos urbanos melancòlics y de grandes horizontes, así como sus delicadas naturas muertas le han valido los elogios y el reconocimiento del público y la crítica especializada. Sala Parara ya ya lo invitó a exponer en solitario en 2009. Un gran trampolín para darse a conocer, que Romero supo aprovechar. La experiencia resultó positiva, puesto que la misma galería de la calle Petritxol lo ha vuelto a invitar a exponer sus obras. Se inaugura este jueves, día 26.
"Es toda una satisfacción que la Parara vuelva a contar con tú, porque te da seguridad", explica Romero, discípulo del gran pintor Antonio López. En esta ocasión, el artista mataronípresenta una quincena de obras, que incluyen aceites, dibujos y aquarel•las. Las piezas de gran formato, como los paisajes, se combinan con obras más pequeñas donde seencuentran sus ya clásicos retratos de alimentos (como lo obra 'Bol con espinacas'). La mayoría son obras recientes, realizadas este 2012, a pesar de que hay otros que había pintado hace tiempo, que incluso había llegado a exponer, pero que ahora ha retocado y recortado, hasta quedar más convencido del resultado final. "Eran paisajes de gran formato, cuando los hiceestaba satisfecho, pero después he visto que habían perdido intimidad y los he recortado para darlos más atmósfera", explica el artista.
Este hecho demuestra el carácter perfeccionista y crítico con sí mismo de Romero. "Soy fuerza exigente con mi trabajo", reconoce el artista. Aún así, se siendo satisfecho con la exposición que inaugura este jueves. "Es la exposición que me hace sentir más seguro de mí mismo de todas las que he hecho, porque tengo la sensación que he hecho todo el que estaba en mis manos, que he llegado tan lejos cómo he podido", constata. Con esta tranquilo•litat de espíritu, toca esperar la respuesta del público y las ventas que se puedan derivar de la exposición. No son momentos fáciles para el comercio del arte. "Las cosas están como están, pero tenemos que seguir confiando que existe algún tipo de mercado", asegura el pintor. La muestra se podrá visitar en la sala Parara hasta el 22 de mayo.

Dos de las obras de la exposición.
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