El departamento de Presidencia de la Generalitat de Cataluña está en proceso de remodelar una de las salas más emblemáticas del Palau de la Generalitat: el salón Sant Jordi. En este espacio actualmente sepuede ver una serie de episodios nacionales que el conde del Montseny decidió instalar en tiempo de la dictadura de Primo de Ribera. La decisión de remodelar el histórico y simbólico espacio es fruto de la intención del departamento de dar un nuevo aire a la sala y de sacar las discutidas pinturas de este salón.
 Se da el caso que la sala que se quiere reformar lo había diseñado en un primer momento  Joaquin Torres Garcia, un pintor reconocido universalmente por sus obras pero sobre todo para ser el creador del movimiento constructivista y que vivió de pequeño en Mataró. De padre mataroní, estudió en la escuela de artes de la ciudad, y tuvo que viajar a Uruguay donde va desenvolpar buena parte de su carrera. Probablemente es el pintor mataroní' más universal, destaca Antoni Luis, presidente de la Asociación Santo Rebrote por el Arte. En la actualidad una sala del Palau de la Generalitat todavía trae su nombre y conserva sus frescos. En cuanto a Mataró no hay ninguna obra suya expuesta a pesar de que el pintor va inmortalitzar algunos de los lugares mataronins más conocidos en diferentes piezas. 
 Este mataroní, desconocido por la gran mayoría de los actuales habitantes de la capital del Maresme, fue el creador del constructivismo, un movimiento pictórico en que las obras geométricas predominan sobre cualquier elemento principal. A pesar de todo, los frescos que se pueden encontrar al Palau de la Generalitat son de estética noucentista. Por este motivo, según explica el crítico de arte Pere Pasqual, antes de que el conde Montseny decidiera retirarlos del Salón Sant Jordi otro mataroní también se lo había replanteado: Curiosamente, Josep Puig y Cadafalch, otro mataroní ilustre que fue presidente de la Mancomunidad, institución que se situaba al actual Palau, quiso retirarlos porque era modernista, un movimiento marcadamente antinoucentista, explica. Además, los frescos de Torres Garcia eran paganos e inspirados en la espiritualidad olímpica de la mitología griega, estética que iba en contra las directrices de Primo de Ribera y del Conde del Montseny. 
Un premio en honor de Torres García
 Precisamente la Asociación Santo Rebrote por el Arte, con la intención de recuperar la memoria del ilustre mataroní, ha convocado por la primavera-verano de este año un premio de carácter estatal y valorado en seis mil euros que se llama Torres Garcia-Ciutat de Mataró. El premio tendrá carácter bienal y contará con un jurado de categoría que formarán Arnau Puig (crítico de arte e ideólogo del movimiento Dado al Siete), Daniel Giralt-Miracle (comisario de los años Gaudí y Dalí), Pilar Vélez (directora del Museo Marino de Barcelona), Francesc Rodón (director Museo Monjo de Vilassar de Mar) y Josep Maria Cadena (crítico de arte de El Periódico). Este premio puede ser una buena oportunidad para hacer conocer Torres Garcia en la ciudad, destaca Antoni Luis, presidente de la Asociación Santo Rebrote. El cualificado por los entendidos como el pintor mataroní más importante y universal es todavía bastante desconocido en nuestra ciudad: Lejos de los círculos artísticos la gente no lo conoce mucho, al contrario que a Uruguay dónde es toda una personalidad, explica Luis.
 El presidente de la Asociación ha reconocido que realizar este premio es un salto cualitativo y un gran esfuerzo por el colectivo y que el galardón sitúa el nombre de la ciudad en un lugar destacado en cuanto al mundo de la pintura. Con todo, la Asociación espera que el nombre de Torres Garcia sea significativo fuera del mundo del Arte y que sus pinturas sean reconocidas al nivel que se merece.
    
    
    
            
                            
                
            
                            
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