Ya hace más de dos semanas que el olor de castañas tostadas llena las calles mataronins, pero cómo saben todos los castaños, el día donde se esperan unas ventas más elevadas, es hoy, día 31 de octubre, coincidiendo con la fiesta de la castanyada. Los precios de este año pero, se han visto incrementados debido a una recolección más bien escasa, y unas ventas que tienen una tendencia a la baja. José Luis Córdova, vendedor instalado en la Plaza de las Tereses, lamenta que la venta entre los mataronins "va disminuyendo año tras año". Los precios de esta temporada son de catorce euros el kilo de castañas, dos más en relación con el anterior. En cuanto a los moniatos, estos cuestan 12 euros el kilo.
Córdova cuenta con cerca de veinte años de experiencia como vendedor de castañas, y sabe del cierto que la noche del 31 las ventas se disparan. "No creo que la lluvia de hoy afecte mucho, porque no está demasiado nublado y para comer castañas un día como hoy, uno tiene que estar dispuesto a mojarse", explica sonriente.
Una buena manera de asegurarse la ración de castañas es reservarlas previamente, cómo ha hecho en Francesc Safont Elige, cliente de la parada de la Plaza de las Tereses. "Hoy en día todo es muy caro, así que no considero especialmente caras las castañas, a pesar de todo, prefiero los moniatos", reconoce este mataroní.
Córdova cuenta con cerca de veinte años de experiencia como vendedor de castañas, y sabe del cierto que la noche del 31 las ventas se disparan. "No creo que la lluvia de hoy afecte mucho, porque no está demasiado nublado y para comer castañas un día como hoy, uno tiene que estar dispuesto a mojarse", explica sonriente.
Una buena manera de asegurarse la ración de castañas es reservarlas previamente, cómo ha hecho en Francesc Safont Elige, cliente de la parada de la Plaza de las Tereses. "Hoy en día todo es muy caro, así que no considero especialmente caras las castañas, a pesar de todo, prefiero los moniatos", reconoce este mataroní.
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