El aislamiento ferroviario del estado español con Europa, por culpa de la diferencia en el ancho de vía, podría tener su origen en una decisión tomada durante la construcción del primer ferrocarril de la península, que en 1848 cubrió el trayecto entre Barcelona y Mataró. Según un estudio del Círculo Histórico Miquel Biada, aquel ferrocarril se proyectó y se empezó a construir con el ancho estándar europeo (1,44 metros), pero según documentación de la época el gobierno central impuso "" el que ahora se conoce como el ancho ibérico (1,67 metros).
Cuando en el siglo XIX se empezó a construir la primera línea de ferrocarril entre Barcelona y Mataró, el ancho de vía escogido era el estándar que entonces, y todavía ahora, se extendía al resto de Europa. Las vías ya se habían colocado entre la plaza de toros de Barcelona -dondehabía la primera parada- y la en torno al río Besòs. Pero fue entonces cuando el proyecto se tuvo que modificar.
El historiador e investigador del Círculo Histórico Miquel Biada Xavier Nubiola explica que fue una decisión del gobierno central, asesorado por un ingeniero de la época, Juan Subercase, que defendió en un informe la necesidad de hacer las vías más anchas. Esgrimía motivos técnicos erróneos, que aseguraban equivocadamente que trenes más gordos tendrían más potencia.
"Obsesión enfermiza"
Según Nubiola, pero, el más grave fue que Subercase se inventó "" el hecho que al resto de Europa se estuvieran sustituyente las vías de ancho estándar, por la anchura ibérica. "Tenía una obsesión enfermiza", asegura Nubiola. "El importante era podernos conectar unos países con otros para evitar el aislamiento ferroviario y nohabía ninguna razón técnica que justificas cambiar la anchura de vía", añade.
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Los efectos actuales
Xavier Nubiola lamenta que aquella decisión tiene ahora consecuencias en relación a la carencia de conexión ferroviaria con el resto de Europa y ridiculiza la solución del tercer carril que se propone para hacer compatible el ancho europeo en el corredor mediterráneo: "Era una solución provisional que se propuso en el siglo XIX en Europa y ahora la quieren fijar como definitiva en pleno siglo XXI. No deja de ser sorpresivo", ha espetado. En este sentido, Nubiola explica que los pocos trenes de vía ancho que corrían por Europa al siglo XIX se fueron sustituyendo por el estándar europeo. Fue entonces cuando, en algunos tramos, se optó para hacer un tercer carril para aprovechar los trenes viejos hasta el final de su vida útil.
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