'El Principio de Arquímedes', de Josep Maria Miró, fue una de las grandes revelaciones del festival Griego de 2012. Miróinvita el espectador a hacer un juicio a partir de una sospecha sobre la actitud de un monitor de un grupo infantil de natación. Culpable o inocente? "Esto depende de la mirada moral de cada cual", responde el autor y director. El éxito de público y de crítica que obtuvo en su debut el verano pasado hizo que devolviera poco después a los escenarios barceloneses. El montaje está ahora de gira y recala a la temporada de teatro del Monumental.
El grupo infantil de natación de los 'Caballetes de mar' está a punto de empezar a nadar sin burbuja. Este momento crucial para los más pequeños será también el desencadenado de una serie de sospechas, dudas y temores. Algunos padres se han quejado de como el monitor ha gestionado la negativa a lanzarse al agua de uno de los niños, por be que el problema es otro: los padres ven con inquietud y preocupación que, por tranquilo•litzar-lo, lo haya abrazado y le haya dado un beso. La sospecha alrededor de la intención del profesor de piscina -protectora o vejatoria?- es el nudo de esta obra. El diálogo entre el padre del niño, la directora del centro, el monitor implicado y un compañero suyo inciden en los diferentes puntos de vista sobre un mismo hecho, y trasladan la duda y/o la sospecha que ellos mismos afrontan al espectador.
El texto no plantea respuestas, sino sólo preguntas, recuerda Josep Maria Miró. Por eso, la bondad o maldad del monitor también lo tendrán que decidir los espectadores, que lo juzgarán a través de su "mirada moral". La estructura narrativa, propone un juego formal, de forma que el mismo hecho se explica en diferentes momentos y según puntos de vista diferentes. Esto coincide, según el autor, con la forma desordenada como nos llega la información a través de los medios de comunicación y las redes social. De este modo una información desmiente omatiza una de previa, y obliga a redefinir nuestra percepción sobre un hecho.

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