El nombramiento de en Joan Mora como miembro del consejo de administración del Consorcio Puerto de Mataró no es un tema baladí por la ciudad. De entrada no me parece de recibo que para oponerse, se argumente que existía un pacto – político ? - no escrito, que "obligaba" a hacer consultas entre el Departamento y el Ayuntamiento para consensuar los nombramientos. Los tiempos cambian y también la correlación de fuerzas. Justo es decir que cuando se constituyó el Consorcio se requería de este "consenso" por la situación que se heredaba, consenso que existió hasta el 2003. A partir de este año el acuerdo era obligado y evidente dado que el color político a las administraciones de la Generalitat y el Ayuntamiento era el mismo. Porque ahora se tendría que seguir igual si quien gobierna la Generalitat es otra fuerza política y personas distintas, que rezo tienen que tener que ver con supuestos pactos verbales de hace 15 años acá ?. Argumentar deslealtad institucional me parece evitar hablar de los problemas reales del Puerto.
Dicho esto, creo que intentar politizar el tema se como mínimo inadecuado, vista la situación en que se encuentra el Puerto de Mataró. En Mora, efectivamente va de político, pero seguramente es horas de ahora de los pocos políticos –para no decir el único- que puede aportar una visión empresarial diferente a la actual gestión del Puerto.
El Puerto de Mataró está inmerso en un proceso de cambio para crecer avalado por un Plan estratégico, con problemas medioambientales graves causados en las playas de las poblaciones de ponente. Tan mismo, seguramente cumple el plan trazado a nivel presupuestario por el consejo de administración, pero obviando las necesidades de los usuarios del mismo puerto y usando los ingresos por recaudación en concepto de aparcamiento de coches para cuadrar los números. El Puerto de Mataró no puede ser sólo un aparcamiento por barcos y por coches. Otros problemas del Puerto son la carencia de incardinació en la trama urbana de la ciudad, fruto de la tardanza en la construcción del acceso directo desde Ronda Barceló, y la carencia de una política de comunicación y promoción de las actividades que sepueden desarrollar a su interior.
A todo esto, quién son los usuarios del Puerto ?. Se podría creer que sólo aquellos quetienen amarrament y barca o barco. Rezo más lejos de la realidad. Al Puerto hay clubes, escuelas, empresas, entidades, tiendas de náutica, y un montón de establecimientos de hostelería de diferente formato que sufren los problemas antes mencionados, además de los mismos ciudadanos. El año 2009 una comisión de hostalers mandó una carta con reivindicaciones al entonces presidente del consejo de administración y a todos los consejeros, que nunca fue contestada por escrito. A corto y medio plazo se solucionaron las reivindicaciones técnicas que se reclamaban, menos una que entraba en el muelle del oso de la misma organización del Consorcio.
Se reclamaba en concreto que los representantes del consejo de administración nombrados por el Departamento y por el Ayuntamiento fueran verdaderos representantes de todos los usuarios, de todos aquellos que sejuegan el dinero apostando por la actividad económica dentro del Puerto. No se pedía que se volatilitzessin los políticos, sino que seincorporaran tenderos, "amarristes", hostalers... para aportar savia nueva y nuevas maneras de ver los problemas, con el objetivo de relanzar nuestro Puerto. La respuesta – no escrita – fue galdosa: es que haría falta un cambio de estatutos !. Bien, quizás si que hace falta un cambio de estatutos, pero mientras tanto que al menos la gente que seincorpore que tenga claro que hay que fiscalizar de otro modo la gestión y que hacen falta ideas nuevas que proyecten nuestro Puerto de una vez por todas; por que excepto tres meses al año nuestro Puerto está inmerso en una crisis tanto o más profunda que la crisis que sufre en general nuestra sociedad, y no desde hace tres años, sino desde hace mucho más tiempos.
Si hace falta queentren nuevos políticos, al menos que tengan otro perfil y una visión más amplia que la que han tenido hasta ahora los representantes del consejo de administración del Puerto de Mataró. Quién represente a los usuarios –en el sentido amplio mencionado- se los tendrá que escuchar, trasladar sus desazones y sus propuestas al sí del consejo de administración y marcar directrices claras para dar salida a los problemas existentes. Si más adelante se modifican los estatutos para permitir la entrada de usuarios, mejor.
Me parece que los posicionamientos políticos respecto del Puerto y sus nombramientos en este momento sueño sobrers, y responden más a la necesidad de marcar paquete de cara a las elecciones municipales, que a las ganas de debatir en profundidad soluciones por una infraestructura tanto importante por nuestra ciudad como se el Puerto.
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